Al menos siete personas han perdido la vida tras el derrumbe de una explotación minera en la localidad senegalesa de Kharakheyna, en la región de Kédougou, en el sureste del país. Las autoridades han confirmado el balance provisional de víctimas y no descartan que pueda incrementarse en las próximas horas a medida que avanzan las labores sobre el terreno.
El director de Minas de Kédougou, Abou Sow, se ha desplazado hasta la zona del siniestro para instar a la empresa responsable de la explotación a reforzar de inmediato los protocolos de seguridad y para rendir tributo a los fallecidos, tal y como ha informado el portal de noticias Seneweb. “Es una situación profundamente desoladora”, ha manifestado.
Al mismo tiempo, ha recalcado que los fallecidos trabajaban en el lugar de forma clandestina y ha lamentado que “la situación tuviera lugar en un perímetro autorizado a una sociedad minera”, motivo por el que ha reiterado la urgencia de aumentar la presencia de guardias de seguridad encargados de controlar el acceso y la vigilancia de las instalaciones.
Sow ha añadido que la proliferación de este tipo de actividades irregulares está vinculada también al contexto económico y de seguridad en la zona, que ha calificado de “preocupante”. “El Estado relanzó el proyecto de regulación de la minería, porque es una realidad que no podemos ocultar”, ha zanjado.