Las autoridades tailandesas han descartado este martes modificar el emplazamiento del encuentro con la delegación camboyana para reactivar las conversaciones de paz, rechazando la propuesta de desplazar la cita a Kuala Lumpur, capital de Malasia. Esta negativa vuelve a sembrar dudas sobre la viabilidad de la reunión.
Según lo previsto, la nueva ronda de consultas, impulsada por el presidente estadounidense, Donald Trump, debería celebrarse este miércoles en la provincia de Chanthaburi, en territorio tailandés. No obstante, el Ejecutivo de Camboya no considera esta zona como “neutral” a la luz de los sucesos recientes y de los combates registrados entre ambos países.
La petición de cambiar la sede del encuentro fue trasladada horas antes por el ministro de Defensa camboyano, Tea Seiha, a las autoridades de Tailandia. En dicha propuesta, Phnom Penh expresaba su inquietud por el contexto de seguridad y los riesgos que, a su juicio, implicaría llevar a cabo las conversaciones en suelo tailandés.
Sin embargo, el ministro de Exteriores de Tailandia, Sihasak Phuangketkeow, ha ratificado que el escenario de la cita seguirá siendo el inicialmente acordado y ha subrayado que Camboya aún no ha presentado de forma oficial sus exigencias para la reunión. Además, ha manifestado su disposición a seguir dialogando sobre este punto, de acuerdo con la información difundida por la cadena PBS.
Pese a los gestos para retomar el diálogo con vistas a un acuerdo de paz, Tailandia y Camboya continúan lanzándose acusaciones mutuas por ataques en áreas limítrofes, lo que mantiene elevada la tensión en la frontera común.
Los choques armados registrados en diciembre han dejado ya 75 fallecidos: 56 del lado tailandés —22 militares y 34 civiles— y 19 civiles en Camboya, cuyo Gobierno no ha ofrecido datos sobre bajas militares.
En las últimas semanas, ambos países han intercambiado numerosas denuncias de provocaciones en la franja fronteriza, reavivando la escalada iniciada en julio que desembocó en el mencionado acuerdo y que, en apenas cinco días, causó la muerte de medio centenar de personas y el desplazamiento de cientos de miles de habitantes.