Las autoridades de Tailandia y Camboya han decidido este lunes reactivar las conversaciones de paz promovidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ya hicieron posible la firma de una tregua el pasado mes de octubre. Estos nuevos contactos se celebrarán, salvo cambios de última hora, este miércoles.
El ministro de Exteriores tailandés, Sihasak Phuangketkeow, ha explicado que delegaciones militares de ambos países tratarán el conflicto en el marco del Comité General Fronterizo, organismo creado específicamente para abordar los problemas limítrofes entre los dos Estados.
La decisión se ha tomado durante la reunión de ministros de Exteriores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), celebrada este lunes en Kuala Lumpur, capital de Malasia, el mismo escenario en el que las partes pactaron el alto el fuego a finales de octubre.
El jefe de la diplomacia tailandesa ha reconocido que aquel acuerdo se cerró de forma "precipitada". "A veces teníamos prisa por hacer la declaración conjunta porque Estados Unidos quería que se firmara durante la visita del presidente Trump", ha manifestado.
En el encuentro de este lunes, las delegaciones también han repasado los últimos incidentes registrados en la frontera y han advertido del riesgo de que se produzcan víctimas civiles por la explosión de minas antipersona en la zona. Según Phuangketkeow, "las principales víctimas son militares tailandeses".
Nuevos ataques en la frontera
Pese a la voluntad expresada de retomar el diálogo para alcanzar un acuerdo de paz, Tailandia y Camboya se han cruzado este lunes nuevas acusaciones por ataques en áreas fronterizas.
En este contexto, y a pesar de que el compromiso de reanudar las conversaciones debería concretarse este miércoles en Kuala Lumpur, el Ejército camboyano ha denunciado varios bombardeos efectuados por las fuerzas tailandesas en la región de Preah Vihear, territorio en disputa por la presencia de un antiguo templo jemer.
A su vez, Tailandia ha responsabilizado a las Fuerzas Armadas de Camboya de la muerte de otro soldado en un nuevo ataque contra la provincia de Sa Kaeo, escenario de un repunte de los combates. Las autoridades tailandesas han añadido que varias casas han resultado destruidas, según recoge el diario "Bangkok Post".
Los choques armados han dejado hasta el momento 75 fallecidos: 56 muertos del lado tailandés —22 militares y 34 civiles— y 19 civiles en Camboya, que no ha facilitado datos sobre bajas en sus filas.
En las últimas semanas, ambos países se han acusado repetidamente de llevar a cabo provocaciones a lo largo de la frontera común, reavivando la escalada iniciada en julio que culminó en el citado acuerdo de alto el fuego y que, en apenas cinco días, causó alrededor de medio centenar de muertos y el desplazamiento de cientos de miles de personas.