La Administración de Donald Trump ha comunicado este martes la imposición de nuevas restricciones de visado a cinco "agentes del complejo industrial de la censura global", entre los que figura el excomisario europeo de Mercado Interior Thierry Breton. Washington les reprocha haber presionado a plataformas tecnológicas de Estados Unidos para que limiten opiniones de ciudadanos estadounidenses consideradas contrarias.
La subsecretaria de Estado para Diplomacia Pública, Sarah Rogers, ha precisado que Breton está incluido en la lista por ser "uno de los artífices" de la Ley de Servicios Digitales (DSA, por siglas en inglés), la normativa europea aprobada el año pasado que pretende atajar los contenidos ilegales en la red, reforzar la protección de los usuarios y prevé sanciones para las compañías que no la respeten.
En un mensaje difundido en su perfil de la red social X, Rogers ha fundamentado la decisión sobre el político francés en la carta que envió al propietario de la plataforma, Elon Musk, divulgada pocas horas antes de que este entrevistara en directo al entonces candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump.
Rogers ha afirmado que Breton "utilizó la DSA para amenazar" a Musk al recordarle "de forma ominosa" en su misiva los "procedimientos legales en curso por presunto incumplimiento de los requisitos legales sobre contenido ilegal y desinformación de la DSA".
El excomisario ha replicado al anuncio con un escueto texto en X, donde se ha cuestionado si "vuelve a soplar el viento del Macartismo", aludiendo a la campaña de persecución ideológica asociada al senador Joseph McCarthy en la década de 1950.
Además, ha subrayado que "el 90 por ciento del Parlamento Europeo -nuestro órgano elegido democráticamente- y los 27 Estados miembros votaron por unanimidad la DSA" y, dirigiéndose a "(sus) amigos estadounidenses", ha sostenido que "la censura no está donde creéis".
Los otros cuatro señalados por las restricciones de visado anunciadas este martes son Imran Ahmed, del Centro para la Lucha contra el Odio Digital; Clare Melford, del Índice Global de Desinformación; y Anna-Lena von Hodenberg y Josephine Ballon, ambas pertenecientes a HateAid.
El Departamento de Estado sostiene que "estos activistas radicales y ONG politizadas han impulsado medidas represivas de censura por parte de Estados extranjeros, en todos los casos dirigidas contra estadounidenses", por lo que ha concluido que su presencia en territorio estadounidense "tiene consecuencias potencialmente graves para la política exterior del país".
Según ha indicado la diplomacia estadounidense, los cinco "tendrán prohibido el ingreso a Estados Unidos" y podrán enfrentarse a un "procedimiento de deportación" por parte del Departamento de Seguridad Nacional.
El Departamento de Estado ha insistido en que Trump "ha sido claro al afirmar que su política exterior de 'América Primero' rechaza las violaciones a la soberanía estadounidense", y ha recalcado que "la extralimitación extraterritorial de censores extranjeros que atacan la libertad de expresión estadounidense no es una excepción".