QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha revocado el jueves la activación prevista de la Guardia Nacional en San Francisco, tras una conversación con el alcalde de la ciudad y presiones de líderes tecnológicos destacados.
El alcalde de San Francisco, Daniel Lurie, solicitó a Trump que detuviera la movilización para permitir a las autoridades locales intentar solucionar la crisis, a pesar de que el presidente indicó en una llamada que consideraba que era un error, argumentando que las fuerzas federales podrían eliminar a los delincuentes más eficazmente.
Adicionalmente, Trump ha dialogado con Jensen Huang, director ejecutivo de Nvidia, y Marc Benioff, director ejecutivo de Salesforce, quienes expresaron optimismo sobre el futuro de San Francisco.
«El Gobierno federal estaba listo para incrementar las tropas en San Francisco, California, este sábado, pero anoche amigos de la zona me llamaron para decirme que no procediera, ya que el alcalde, Daniel Lurie, estaba haciendo progresos significativos», publicó en Truth Social.
«Hablé con el alcalde anoche y me pidió, muy cortésmente, que le diera una oportunidad (…) Figuras como Jensen Huang, Marc Benioff y otros han indicado que el futuro de San Francisco es alentador. Quieren probar. Por lo tanto, no intensificaremos la acción en San Francisco este sábado», concluyó Trump.
Lurie ha confirmado en redes sociales que en su llamada con Trump le comunicó la cancelación de «cualquier plan para un despliegue federal en San Francisco». «La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, corroboró esta decisión en nuestra conversación de hoy», añadió.
Además, criticó que la presencia de fuerzas militares y agentes de inmigración hubiera complicado la vida en la ciudad. «Agradecemos que el presidente entienda que somos el núcleo global de la tecnología, y que un San Francisco fuerte significa un país fuerte», argumentó.
Esto ocurre después de un fin de semana de protestas con el lema ‘No Kings’ donde aproximadamente siete millones de estadounidenses se manifestaron en 2.700 lugares del país contra la militarización de ciudades como Chicago, Los Ángeles o Portland, y la política migratoria actual.
