La presidenta saliente de Honduras, Xiomara Castro, ha acusado este martes a sectores opositores de estar fraguando un “golpe” contra su Administración tras la puesta en libertad del exmandatario Juan Orlando Hernández, beneficiado con un indulto del presidente estadounidense, Donald Trump, pese a haber sido sentenciado a 45 años de cárcel por delitos vinculados al narcotráfico.
Ante este escenario, Castro ha reclamado al pueblo hondureño “respaldo consciente y pacífico” ante la posible llegada de Hernández al país centroamericano. “Informo con responsabilidad histórica de que, a partir de información de Inteligencia verificada, Juan Orlando Hernández, perdonado en Estados Unidos, planifica su ingreso al país para proclamar al ganador de las elecciones”, ha señalado en un comunicado difundido por la Presidencia.
La mandataria ha responsabilizado al antiguo jefe de Estado de preparar “una agresión orientada a romper el orden constitucional y democrático a través de un golpe contra el Gobierno”, en un contexto de máxima tensión mientras Honduras permanece a la espera de la confirmación oficial de los resultados de las presidenciales del pasado 30 de noviembre, que aún no arrojan un vencedor indiscutible.
Por este motivo, ha llamado a “la población, los movimientos sociales, colectivos, organismos de base, militancia y ciudadanía” a “concentrarse de manera urgente y pacífica en Tegucigalpa, para defender el mandato popular, rechazar cualquier intento golpista y hacer visible ante el mundo que aquí se gesta un nuevo golpe”.
Los datos oficiales difundidos hasta ahora colocan al aspirante ultraderechista Nasry Asfura, del Partido Nacional, con un 40,52 por ciento de los votos, por delante del conservador Salvador Nasralla, del Partido Liberal, que suma un 39,20 por ciento, con el 99,4 por ciento de las actas ya escrutadas.
La Misión de Observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha señalado la existencia de “demoras y deficiencias técnicas” en el desarrollo del proceso electoral, aunque sin apreciar “dolo” ni “manipulación”. En este sentido, ha subrayado que las actas físicas permanecen bajo custodia de las autoridades, de modo que los problemas informáticos “no implican por sí mismo una acción fraudulenta”.