Vox ha decidido sacar a Javier Ortega Smith de su Ejecutiva nacional tras meses de tensiones internas con la dirección del partido. En su lugar entrará la actual portavoz nacional de Juventud, la catalana Júlia Calvet, según comunicó oficialmente la formación este martes.
Pese a su salida de la cúpula, Ortega Smith conserva por ahora sus actas y funciones institucionales: sigue siendo diputado en el Congreso, portavoz en la Comisión de Justicia y portavoz en el Ayuntamiento de Madrid. No obstante, ya había sido relevado de la portavocía adjunta del Congreso a comienzos de noviembre.
El vínculo entre Ortega Smith y Vox se ha ido erosionando en los últimos tiempos. Fundador del partido y antiguo vicepresidente y secretario general, su relación con la dirección se enturbió especialmente tras sus enfrentamientos con la exdirigente Macarena Olona. Tras la marcha de Olona en 2022, Santiago Abascal le retiró la secretaría general y situó en su lugar a Ignacio Garriga.
En 2023, en una entrevista con Europa Press, el entonces vicepresidente lanzó una advertencia interna al recalcar que el partido "no puede convertirse en una agencia de colocación". La desconfianza con la cúpula se agudizó después de que trascendieran informaciones que apuntaban a que valoraba competir por el liderazgo de Vox frente a Santiago Abascal en la Asamblea de 2024.
Tras dicha Asamblea de 2024, en la que Abascal fue refrendado como presidente por otros cuatro años con más de un 90% de respaldo, Ortega Smith fue desplazado de la Vicepresidencia de Vox, aunque se le mantuvo en la dirección como vocal. Compartía entonces vicepresidencia con Jorge Buxadé y Reyes Romero, que también pasaron a ser vocales. El movimiento aprobado ahora por la Ejecutiva supone su salida definitiva de ese órgano.
Un "delantero" en el banquillo
En los últimos meses, Ortega Smith ha protagonizado gestos que en la dirección se han leído como desafíos. Acudió a la presentación del 'think tank' del exdirigente Iván Espinosa de los Monteros, figura incómoda para la actual cúpula, y se justificó alegando que "nadie podía molestarse porque fuera a abrazar a un amigo". Asimismo, apareció en la tribuna de autoridades del desfile del 12 de octubre, pese a que Abascal decidió no asistir para evitar coincidir con el Gobierno.
Desde Vox se intentó restar trascendencia a ambos episodios, subrayando que acudió al acto de Espinosa de los Monteros "a título personal". Abascal, por su parte, evitó pronunciarse sobre la presencia del diputado en la parada militar del Día de la Hispanidad.
Cuando fue relegado en el Congreso, Ortega Smith se mostró "sorprendido" por una medida que consideraba "equivocada e injusta". A partir de ahí, se produjo un cruce de metáforas futbolísticas: Abascal replicó que hay que "aprender a ceder paso" y que en Vox "hay un gran banquillo", mientras que el diputado se definió como un "delantero" veterano capaz de "meter goles".
Júlia Calvet, nuevo rostro emergente
La sustituta de Ortega Smith, Júlia Calvet, jurista de formación, se ha consolidado como uno de los perfiles jóvenes en ascenso dentro de Vox. Forma parte de la apuesta generacional de Abascal junto a figuras como Pepa Rodríguez de Millán, José María Figaredo o Carlos Hernández Quero, todos ellos incorporados a la Ejecutiva como vocales tras la Asamblea de 2024.
Antes de dar el salto a la política institucional, Calvet fue presidenta de la plataforma estudiantil S'ha Acabat!. Actualmente compagina su papel como portavoz nacional de Juventud con su escaño como diputada autonómica en el Parlamento de Cataluña.