Crítica del PP a Ana Redondo por su labor en Igualdad: acusaciones de negligencia y falta de acción

En una reciente sesión de control en el Congreso, la diputada del PP, Silvia Franco, ha criticado duramente a la ministra de Igualdad, Ana Redondo, por lo que considera una gestión deficiente que ha resultado en “Más víctimas, más violencia, porque no cesa, violencia sexual, violencia de género, mujeres prostituidas abusadas, incluso por miembros de su gobierno y con su silencio cómplice”, según sus palabras.

La diputada Franco ha instado a la ministra a renunciar a su cargo, argumentando que las medidas y sistemas actuales para proteger a las mujeres están fallando. Además, ha reproducido declaraciones de una activista feminista que confrontó a Redondo en un evento en Granada, diciéndole: “Es usted una cómplice de los asesinos y los maltratadores. Mis compañeras estaban llamando en situación de pánico porque quienes llevan las pulseras son mujeres en riesgo extremo. Y los mismos policías dijeron que no se activó el protocolo. Hable usted con las víctimas”.

Además, la diputada ha señalado los problemas derivados de la ley de ‘solo sí es sí’, y otros fallos técnicos que han beneficiado a maltratadores y depredadores sexuales. Asimismo, ha lamentado la tardanza en la implementación de una ley integral para las víctimas de trata y ha criticado la Ley trans por amenazar derechos y espacios femeninos.

Por su parte, la ministra Redondo ha defendido su posición y ha recordado que los diputados del PP han sido opositores a las políticas de avance para las mujeres. “Lecciones de feminismo ninguna”, ha replicado Redondo, quien también ha mencionado que comparecerá ante la Comisión de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Estado en materia de Violencia de Género para discutir más sobre las medidas implementadas.

Antes del debate, Redondo solicitó que se retirara la pregunta de la diputada del PP por considerar que contravenía el reglamento del Congreso, sin embargo, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, rechazó esta petición, permitiendo que Franco procediera con su intervención.