Sumar ha señalado que el incendio ocurrido el pasado viernes en la Mezquita de Córdoba fue resultado de una gestión ‘inadecuada’ y ‘poco transparente’ por parte del Cabildo Catedral de Córdoba. El partido critica que el Cabildo no ha cuidado los ‘valores históricos y patrimoniales del lugar’, priorizando su función religiosa.
El grupo ha planteado una pregunta al Congreso solicitando al Gobierno que asegure la restauración de la mezquita utilizando sus elementos originales para evitar cambios en la estructura o decoración original, que ha sido catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1984.
‘Si bien buena parte de la restauración de la Mezquita de Córdoba ha sido financiada durante largo tiempo y puntualmente en la actualidad por el Estado, en virtud de su condición de bien de interés cultural, y en desarrollo del Plan Nacional de Catedrales, los beneficios de su uso litúrgico y los económicos de su uso turístico los percibe en exclusiva la Iglesia Católica. Concretamente, el pasado año obtuvo más de 22 millones de euros, libres de impuestos, por su explotación turística’, apunta Sumar.
Además, el partido ha señalado que el incendio se originó cerca de la capilla del Espíritu Santo, usada como depósito de maquinaria y mobiliario, a pesar de su gran valor patrimonial. Han expresado preocupación sobre las medidas que se tomarán para evitar que la mezquita se use, ‘al menos parcialmente’, como almacén.
Para prevenir futuras ‘nefastas gestiones’ por parte del Cabildo, Sumar sugiere que el Gobierno debería hacerse cargo legalmente del edificio, para ‘garantizar una gestión pública y transparente’.
Izquierda Unida también ha tomado cartas en el asunto y este lunes registró una iniciativa en el Congreso, donde, entre otras cosas, se pide que se reconozca el incendio como consecuencia de la ‘inadecuada y poco transparente gestión’ del Cabildo, alineándose con lo propuesto por Sumar.
Se ha destacado ‘la eficaz respuesta del cuerpo de bomberos’ y de la Administración central, que activó el ‘Plan Nacional de Gestión del Riesgo y Emergencias en Patrimonio Cultural’, coordinado con la Consejería de patrimonio histórico de la Junta de Andalucía, tras el siniestro que dañó varias capillas en la ampliación de Almanzor del siglo XI.