En un contexto global cada vez más acelerado y caótico, el Rey Felipe VI ha destacado la relevancia y la necesidad de Naciones Unidas y del multilateralismo, frente a las críticas sobre su supuesta obsolescencia, afirmando que son “insustituibles”.
El monarca inauguró la segunda jornada de la Asamblea General de la ONU con un discurso reflexivo sobre el pasado, presente y futuro de esta entidad, subrayando su papel en la promoción de la paz, la estabilidad y el desarrollo en un periodo marcado por grandes desafíos.
Ante las voces que cuestionan la efectividad del multilateralismo y la ONU, el Rey, sin mencionar nombres específicos, respondió un día después de un intenso discurso de Donald Trump contra la organización. Subrayó que, aunque los tiempos cambian y es necesario adaptarse y anticiparse, es crucial mantener una lectura precisa de la actualidad para evitar repetir errores del pasado y caer en ciclos destructivos.
Recordó que la ONU fue creada tras la Segunda Guerra Mundial con el objetivo, según su carta fundacional, de “preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra”. Planteó una reflexión sobre si realmente se ha avanzado lo suficiente en los ideales de paz, dignidad, igualdad, justicia y progreso para considerar superada la necesidad de multilateralismo y cooperación.
“En el silencio ante esas preguntas está la mayor prueba de que las Naciones Unidas no solo siguen siendo útiles: son imprescindibles, son insustituibles”, reivindicó Felipe VI. Defendió la ONU como un emblema de los principios universales y la dignidad humana, y como un sistema basado en normas que, incluso cuando son infringidas, ofrecen un marco para reivindicarlas.
Además, hizo referencia a los desafíos financieros de la ONU debido a recortes por parte de países como Estados Unidos, y destacó la importancia de mantener el compromiso de todos los estados miembros. El Rey animó a continuar con las reformas necesarias y expresó el apoyo de España a este proceso, alabando al personal de la ONU como custodios del pasado y garantes del futuro.
Finalmente, reafirmó la posición de España en favor de sociedades inclusivas y democráticas, la gestión adecuada de la inmigración, la igualdad de género, y la lucha contra la violencia sexual y de género, así como la promoción del liderazgo femenino.