Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha manifestado estar ‘dolido’ con su propio partido tras descubrir que el Gobierno negocia que Catalunya gestione la recaudación de todos sus impuestos de manera gradual. Afirmó que durante el Comité Federal del sábado anterior solicitó discutir acerca de la financiación y que ‘deliberadamente se ocultó el debate’.
‘Es más, se atrasaron los acuerdos con Esquerra Republicana, con los independentistas. Pareciera que los independentistas estaban dentro del Comité Federal, porque se atrasó a propósito para que se hurtara el debate al Comité Federal’, declaró desde Sacedón (Guadalajara), respondiendo a preguntas sobre ese acuerdo entre el Ejecutivo y la Generalitat.
‘No lo hubiera hecho público de no haber sido víctima también de filtraciones de las grabaciones en algo que debiera haber sido discreto, como son los órganos internos de un partido’, lamentó García-Page, refiriéndose a las filtraciones del intercambio de declaraciones que sostuvo con el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente.
A su juicio, ‘todo es más grave ahora que antes, por una simple razón: porque estamos comprobando que a más corrupción, a más corrupción más debilidad, a más corrupción cesiones y más negocio para los independentistas y para los socios’.
El líder socialista de Castilla-La Mancha ha criticado duramente la forma en que el Gobierno central lleva las negociaciones, señalando que ‘cuando se negocia aparte’, las demás comunidades ‘ya no están siendo tratadas con igualdad’.
‘Por tanto, a partir de ahí ya todo empieza a ser indefendible’, concluyó García-Page, criticando a aquellos ‘políticos que se llaman de izquierdas, que lo que vienen es a estar defendiendo todo el día lo indefendible’.











