Cristina Ibarrola, líder de UPN, ha declarado este lunes que la sombra de la corrupción acorrala a Chivite y va a acabar con su Gobierno y con su carrera política. Estas declaraciones surgen como respuesta a las palabras de Chivite en el Comité Regional del PSN, donde expresó su intención de concluir la legislatura.
Los comportamientos de Chivite dejando campar a sus anchas a Cerdán durante todos estos años han contaminado su Gobierno, por mucho que ahora se pretenda desvincular, señaló Ibarrola en un comunicado, reiterando que Cerdán ha sido el mentor de Chivite.
Hasta unos días antes de entrar en prisión, Chivite ponía la mano en el fuego por la honestidad de Cerdán. Hoy ya no descarta que pueda haber algo, pero lo circunscribe a comportamientos individuales, como si ella y su Gobierno fueran ajenos a lo sucedido, dijo Ibarrola, cuestionando la credibilidad de Chivite y preguntándose qué ocurrirá cuando surjan más datos de la investigación que afecten a su entorno cercano.
Según Ibarrola, Chivite no puede alardear de honestidad cuando su administración ha estado marcada por la corrupción desde sus inicios. Remarcó que los pilares de su gestión están comprometidos: Uno, Santos Cerdán, está en la cárcel. Otro, Ramón Alzórriz, dimitido de sus principales responsabilidades y desaparecido de la escena pública.
Ibarrola también cuestionó por qué Chivite no ha justificado la asignación de 76 millones de euros a la empresa de su amigo Santos Cerdán, ni los sobreprecios iniciales del proyecto y sus posibles consecuencias futuras. Además, criticó que Chivite no haya revelado por qué se ha mantenido oculta y no ha compartido información crucial con la sociedad navarra.
Finalmente, Ibarrola exhortó a Chivite a no posar como víctima y enfocarse en los problemas de corrupción en su entorno más inmediato del PSN, instándola a dejar de desviar la atención y enfrentar las acusaciones sin excusas.









