La candidata de Unidas por Extremadura a las elecciones autonómicas del 21 de diciembre, Irene de Miguel, ha manifestado que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, “ha sido un poco fraude” para el espacio de la izquierda alternativa.
Lo ha expresado en una entrevista concedida al medio digital ‘La voz de Extremadura’, recogida por Europa Press, en la que se le planteaba un cuestionario rápido sobre distintos dirigentes políticos, tanto del ámbito regional como del estatal.
En ese formato, De Miguel ha definido con una sola palabra a varias figuras. A la presidenta autonómica, María Guardiola, la ha calificado como “marketing”; al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo ha descrito como “actor”; y al candidato socialista a la Junta de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, lo ha señalado como “zombi”.
En un tono irónico, también se ha referido al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, como “pobre hombre”, asegurando que incluso le provoca “ternura”, mientras que del presidente de Vox, Santiago Abascal, ha advertido que es “muy peligroso”.
En ese mismo bloque, al ser preguntada específicamente por la también ministra de Trabajo, ha reiterado su impresión: “Yolanda Díaz me parece que ha sido un poco fraude en la izquierda”.
De Miguel, que forma parte además de la dirección estatal de Podemos, apoyó en un primer momento la aparición del proyecto político de Díaz, pese a las fricciones con la cúpula de su propia formación. Sin embargo, con el paso del tiempo, en distintas declaraciones y entrevistas, le ha reprochado a la vicepresidenta no haber sabido “cuidar y tejer complicidades” con las organizaciones aliadas.
La unidad, más allá de la “suma de siglas”
Al ser cuestionada sobre si a nivel estatal debería impulsarse una candidatura amplia similar a la de Unidas por Extremadura, De Miguel ha recalcado que se trata de contextos diferentes y que su prioridad es el escenario político de la comunidad.
Aun así, ha defendido que las confluencias se construyen con “respeto”, con trabajo del “día a día”, con “voluntad y generosidad”, valores que, según ha señalado, han guiado la colaboración entre Podemos, IU y Alianza Verde en la coalición Unidas por Extremadura.
En esta línea, ha insistido en que no concibe las coaliciones electorales como una simple “suma de siglas” destinada a aparentar un frente amplio, ya que, a su juicio, la unidad se forja “desde abajo”, con “respeto”, “generosidad” y, sobre todo, con “tiempo”. “Habría que empezar a hacerlo ya en todas partes, sentarnos con los que compartimos muchas cosas a hablar de tú a tú”, ha señalado.
La aspirante de Unidas por Extremadura ha remarcado que “no quiere mandar en casa de nadie”, pero que tampoco aceptaría que vinieran desde fuera a indicarles “cómo se tienen que hacer las cosas” en el ámbito de la izquierda alternativa extremeña.
Un proyecto de izquierda “ganador” y autónomo
Por este motivo, ha agradecido a distintos referentes de la izquierda el “respeto” y la “autonomía” que, según afirma, están otorgando a Unidas por Extremadura. A escala estatal, ha expresado su deseo de que exista un espacio político “ganador, hegemónico” y que “cuanto más grande sea, mejor irá”.
No obstante, ha matizado que no piensa intervenir en el debate sobre cómo debe articularse ese sujeto político en el conjunto del país, ya que su trabajo está centrado exclusivamente en la realidad extremeña.
En cuanto a Sumar, que no forma parte orgánica de la coalición Unidas por Extremadura aunque reivindica ocupar el número 22 de la lista por Cáceres, ha recordado que esta formación ha pedido el voto para Unidas por Extremadura e incluso se ofreció a ejercer de pantalla mediática si la candidatura lo consideraba oportuno, del mismo modo que De Miguel se volcó con ellos en las pasadas elecciones generales.