Irene Montero, eurodiputada y secretaria política de Podemos, ha criticado duramente al PSOE por no adoptar medidas ante la prisión provisional de José Luis Ábalos, exministro socialista, enfatizando que la izquierda no debe subestimar la gravedad de la corrupción, “venga de donde venga”.
Montero ha acusado al PSOE de permanecer estático frente a las tácticas de “golpismo” de la derecha, esperando que “baje el pistón” para mejorar las relaciones con las “élites”. Asimismo, está convencida de que el objetivo final del ‘lawfare’ es desestabilizar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Reiteró que, en el contexto político actual, solo Sánchez tiene la capacidad de convocar a elecciones, y aseguró que Podemos se esforzará por reforzar una izquierda sólida y reintegrarse al Gobierno. Según Montero, el PSOE no está preparado para enfrentar a esta “derecha golpista”.
Durante un desayuno informativo en el ‘Club Siglo XXI’, Montero expresó su frustración con el PSOE por no suspender los contratos públicos con Acciona a pesar de la situación de Ábalos y Koldo García, exasesor del ministro, quienes están en prisión: “Honestamente con Ábalos y Koldo García en prisión qué espera el PSOE para suspender todos los contratos públicos con Acciona (…) No sé a qué están esperando para prohibir que cualquier empresa corruptora tenga contratos públicos”.
LA MOVILIZACIÓN DEL PP FUE UN “LAVADO DE CARA DEL GOLPISMO”
Además, Montero ha denunciado que la reciente manifestación organizada por el PP contra el Gobierno es un mero intento de disimular el “golpismo”, que ya no puede ser ocultado tras “ningún tipo de apariencia democrática”.
Montero ha cuestionado la inacción del PSOE ante la ‘guerra sucia’ judicial que ha afectado previamente a miembros de Podemos, independentistas o sindicalistas, y ahora, cuando el problema parece afectar a figuras más cercanas al PSOE, parece ser demasiado tarde para abordar un “problema democrático de primer orden”.
Ha criticado también la veneración de figuras como Manuel Fraga, exlíder de Alianza Popular y ministro durante la dictadura, a quien no considera “ni ético ni moral” llamar “padre de la democracia” debido a su historial.
Por último, Montero ha desafiado la percepción de la monarquía como una parte legítima del sistema democrático, señalando que es una “anomalía democrática” y que en España “el golpismo sale gratis”. Propone una alternativa política y económica basada en una república plurinacional y medidas como la reducción de precios del alquiler y el aumento de impuestos a los ricos, entre otras.











