El Ministerio de Cultura, en colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior, ha dado a conocer este jueves el proyecto Transita Cultura, que se pondrá en marcha en los centros penitenciarios Madrid VII-Estremera, Valencia Antoni Asunción-Picassent y A Lama-Pontevedra, “con especial foco en las mujeres”.
Esta iniciativa busca consolidar la cultura como herramienta de intervención y apoyo en el ámbito penitenciario, tanto en el cumplimiento de penas privativas de libertad como en el marco de penas y medidas alternativas. En una primera etapa, el programa se desarrollará en los tres centros mencionados, con la ejecución a cargo de la Fundación Gabeiras, y la previsión es que se vaya extendiendo de forma gradual al resto de prisiones del país.
El anuncio se ha realizado en un acto celebrado en el Centro Penitenciario Madrid I-Alcalá Meco, donde el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, han detallado el alcance del acuerdo ante la presencia de varias internas.
En el ámbito de las penas y medidas alternativas a la cárcel, el Ministerio de Cultura pondrá en marcha distintas unidades colaboradoras vinculadas al Centro Dramático Nacional y a la Compañía Nacional de Teatro Clásico, ambas integradas en el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), así como al Museo Nacional del Romanticismo y al Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias ‘González Martí’.
Palanca para la reinserción
Cada año, alrededor de 130.000 personas son sentenciadas de media a penas con medidas alternativas a la prisión, de las cuales un 12% son mujeres. De acuerdo con los datos de Instituciones Penitenciarias, los delitos más habituales en este ámbito son los relacionados con violencia de género (64%) y con la seguridad vial (28%).
En cuanto a las condenas que implican privación de libertad, los centros penitenciarios dependientes de la Administración General del Estado albergan actualmente a unas 48.000 personas internas, de las que 3.650 son mujeres.
Durante su intervención, Urtasun ha reivindicado el acceso a la cultura como “palanca en el proceso de reinserción y de inclusión social, una inclusión que debe estar siempre en el origen y finalidad de todas las políticas penitenciarias”.
En la misma línea, el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, ha subrayado la importancia de las actividades culturales como “excelente palanca de cambio”, al considerar que es “una de las mejores vías” para hacer efectivo el mandato constitucional de la reinserción de las personas privadas de libertad.











