El PP impulsa en el Senado la derogación del Impuesto de Sucesiones y la rebaja del IVA a peluquerías 

Los de Feijóo abren fuego en la Cámara Alta, donde gozan de mayoría absoluta, con dos propuestas legislativas para bajar impuestos

(I-D) El vicepresidente primero de la Mesa del Senado, Javier Maroto; el presidente del Senado, Pedro Rollán; la secretaria primera de la Mesa del Senado, Eva Ortiz y la secretaria segunda, María Mar Blanco, a su llegada a una reunión de la Mesa | Carlos Luján / Europa Press

Rebajas fiscales, facilidades a las empresas y diálogo social. La hoja de ruta económica marcada por Alberto Núñez Feijóo durante su debate de investidura está clara. En el caso de las bajadas de impuestos, el líder ‘popular’ apostó por tomar como ejemplo las rebajas realizadas por las comunidades autónomas gobernadas por su partido.

Comunidad Valenciana, Baleares, La Rioja, Aragón o Cantabria ya han anunciado la bonificación total o parcial del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Y en las Cortes Generales los ‘populares’ ya han iniciado esa batalla, antes incluso que la propia sesión de investidura de su presidente. 

Esta semana el Boletín Oficial de las Cortes Generales publicaba dos proposiciones de ley registradas por el PP en el Senado, donde gozan de mayoría absoluta, para, por un lado, derogar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, y, por otro, rebajar al 10% el IVA aplicado a los servicios de peluquería.

Las propuestas fueron registradas el pasado 21 de septiembre, la semana antes de la investidura, y forman parte del paquete de rebajas fiscales que impulsan los ‘populares’, que ya registraron en la legislatura pasada como  iniciativas parlamentarias. 

Las razones para derogarlo

En su proposición de ley para derogar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, el PP esgrime que supone doble imposición, al gravar rentas y bienes ya sometidos a tributación, penaliza el ahorro y provoca la deslocalización de patrimonios y actividades económicas por las diferencias fiscales entre comunidades autónomas.


Este hecho propicia precisamente otro de los argumentos del PP para acabar con el impuesto, pues critican que penaliza en mayor medida a clases medias por no poder configurar sus patrimonios ni recurrir a determinadas ventajas fiscales para evitar ser gravados.

Este impuesto se aplica a la transferencia de patrimonio por causa de muerte o una donación entre personas vivas. En 2021 la recaudación por este impuesto ascendió a 3.210 millones de euros.

Que no se recaude, pero que se compense

El PP argumenta también que la supresión no supone “ningún tipo de perjuicio insoportable para la recaudación global”. Pese a ello, el PP no quiere asumir la contrapartida de eliminar un impuesto: la consecuente pérdida de recaudación, al menos para las comunidades autónomas.

Así, propone una compensación equivalente a la última recaudación obtenida por cada comunidad, en el caso de que no se haya aprobado un nuevo sistema de financiación autonómica. Y es que el PP quiere que en el marco de esta reforma se atienda a la desaparición de la pérdida de ingresos por las comunidades y que se estudien fórmulas de compensación.

La proposición también modifica la Ley Orgánica de la financiación de las comunidades autónomas (LOFCA) para eliminar las referencias a este impuesto, y las regulaciones del IRPF y el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU) para no gravar en ellos herencias o donaciones.

Rebaja del IVA: ya se aprobó (y anuló después) en el Senado

La otra propuesta fiscal con la que el PP abre fuego en la Cámara Alta es la rebaja del IVA aplicado a los servicios de peluquería, barbería y estética al 10% desde el 21% actual, una de las grandes reivindicaciones de la oposición durante la pasada legislatura y que el Gobierno sólo pudo frenar vetando las iniciativas legislativas impulsadas.

Es más, la propuesta llegó a aprobarse en una enmiena del Senado  a la Ley de prevención contra el fraude fiscal, pero fue sacada del texto al anular la votación la entonces presidenta de la Cámara Alta y hoy ministra de Justicia, Pilar Llop.

En su propuesta, el PP recuerda cómo estos servicios fueron declarados esenciales durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19 y apuntan a que este sector ha sido uno de los más castigados por la crisis. La rebaja del IVA, sostiene, facilitaría la viabilidad de muchos negocios.

No supondría menor recaudación

Los ‘populares’ aseguran que desde el inicio de la pandemia han cerrado 10.464 salones de peluquería y estética, un 22% de todo el sector de la imagen personal. También detectan un aumento de la economía sumergida y del intrusismo, fenómenos que, según el grupo proponente, se mitigarían con la bajada fiscal.

La recaudación, lejos de verse afectada por la rebaja, mejoraría con ella, según sostiene el PP, que prevé incluso un aumento de la recaudación por IVA de unos 140 millones de euros, explicado por el menor cierre de empresas que propiciaría la medida.

La subida la aprobó el propio PP en 2012

Hasta ahora, el Gobierno ha rechazado esta rebaja alegando las reticencias de la Comisión Europea por la multitud de servicios acogidos a los tipos reducidos del IVA en España. Este mismo argumento fue expuesto cuando se discutía la rebaja del IVA a las mascarillas o la factura de luz y el gas, que finalmente vieron rebajados sus tipos.

En el caso de los servicios de peluquería, estos gozaban de un tipo reducido del 8% hasta 2012. Entonces, el Gobierno del PP presidido por Mariano Rajoy sacó a las peluquerías del tipo reducido y empezó a aplicarles el tipo general, que pasó  del 18% al  21%. Idéntica subida sufrieron el cine o el teatro, que a diferencia de las peluquerías ya han recuperado un tipo reducido.

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