La encrucijada del Gobierno para elevar el gasto militar puede tener respuesta esta semana en el Congreso. La Cámara vota una enmienda que permitiría dirigir 1.000 millones de euros para inversiones en seguridad y defensa este mismo año.
Será este martes en la Comisión de Transportes y Movilidad Sostenible, que examina el proyecto de ley que reforma las leyes de seguridad y navegación aérea para actualizar la normativa aeronáutica.
Un proyecto sin apenas atención ni tensión política que puede incorporar la llave que necesita el Ejecutivo para poder movilizar fondos a la industria de defensa sin necesidad de unos nuevos Presupuestos.
¿Qué dice la enmienda?
La propuesta fue registrada por el PSOE y va dirigida a crear un fondo dotado con 1.000 millones de euros. ¿El objetivo? Impulsar inversiones productivas y aumentar la capacidad productiva en el sector de la seguridad, la defensa, la aeronáutica y el espacio.
Concretamente, explica la disposición, el fondo va dirigido a facilitar la creación de consorcios en programas estratégicos en el ámbito de la seguridad y la defensa, especialmente europeos, fortalecer la autonomía estratégica europea, modernizar y favorecer el crecimiento y la internacionalización de estas industrias y dar un impulso tecnológico al sector de la defensa para su uso dual.
Bajo la denominación FORES (Fondo de Apoyo a la Base Industrial y Tecnológica de la Defensa), el fondo estaría adscrito a la Secretaría de Estado de Defensa y sería gestionado por Sepides, dependiente orgánicamente del Ministerio de Hacienda y funcionalmente del de Industria.
La propia enmienda prevé la firma de un convenio de colaboración entre ambas instancias para definir cuestiones como el procedimiento de solicitud de operaciones, su aprobación o el control y la supervisión antes y después del proceso.
La enmienda fue registrada a principios de diciembre y precisamente ese mes el Consejo de ministros aprobó la transformación de Sepides en una entidad pública estatal para agilizar la tramitación y ejecución de fondos del Plan de Recuperación.
Con cargo al Plan de Recuperación
El respaldo presupuestario de estos fondos tiene origen en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ya que forma parte de las inversiones comprometidas con la Unión Europea en la adenda al plan.
La inversión está localizada en el componente dedicado a la modernización de las administraciones públicas, si bien entonces se denominó Fondo de Resiliencia y Seguridad.
El objeto, en todo caso, era el mismo al presentar la adenda: un fondo para prestar apoyo financiero a proyectos e inversiones realizadas en el país por empresas españolas para fortalecer las cadenas industriales en seguridad y defensa.
La adenda identificaba entonces áreas a financiar dentro de la Estrategia Industrial de Defensa, mencionando la respuesta médica de defensa, biotecnología, cibernética, combate aéreo, defensa antiaérea y antimisiles, combate naval, guerra submarina, simulación y entrenamiento o combate terrestre, entre otros.
Como vías de financiación, las propuestas eran facilitar préstamos ordinarios, préstamos participativos e inversión directa e indirecta en capital. La participación directa, eso sí, está limitada en la adenda a un 49,9% del capital para evitar la toma de control, con un plazo máximo aproximado de 15 años. En el caso de los préstamos, el plazo se reducía a 10 años.
La previsión del Gobierno entonces –la adenda fue suscrita en septiembre de 2023– era incluir cláusulas en el desarrollo reglamentario del fondo para asegurar su continuidad una vez concluya el Plan de Recuperación.