El pleno de la Junta General del Principado de Asturias ha dado este miércoles el visto bueno definitivo al proyecto de ley de presupuestos del Principado para 2026. Las cuentas han salido adelante con los votos favorables de las dos formaciones que sostienen al Gobierno autonómico, PSOE e IU (Convocatoria por Asturies IU-Más País-IAS), junto con el respaldo de la diputada del Grupo Mixto Covadonga Tomé. En el lado contrario se han situado PP, Vox y el secretario general de Foro Asturias y diputado del Grupo Mixto, Adrián Pumares, que han rechazado la norma.
Las magnitudes generales del presupuesto ya habían quedado cerradas el pasado viernes, tras el rechazo de las enmiendas de totalidad presentadas por PP, Vox y el diputado del Grupo Mixto por Foro, Adrián Pumares, que planteaban devolver el texto al Ejecutivo autonómico. Superado ese primer filtro, la ley que fija la previsión de ingresos y gastos para 2026 solo podía modificarse mediante enmiendas parciales.
En la sesión de este miércoles se han sometido a debate y votación únicamente las enmiendas parciales que no figuraban en el dictamen de la ponencia. El proyecto de presupuestos regionales para 2026 alcanza los 6.993 millones de euros, lo que implica un crecimiento del 4,9% respecto al ejercicio precedente. Desde el Gobierno se ha reiterado que se trata de unas cuentas “progresistas, orientados hacia la mayoría social, que parten de dos premisas irrenunciables”.
La primera de esas premisas es el refuerzo del Estado del Bienestar, es decir, de los servicios públicos esenciales que dependen del Principado: Sanidad, Educación y Derechos Sociales. A estas políticas se destinan 4.637 millones de euros, con un incremento del 5,5% sobre este año. La segunda premisa pasa por dinamizar la economía mediante inversión productiva, que suma 1.081 millones de euros.
El diputado socialista Luis Ramón Fernández Huerga ha defendido el proyecto presupuestario y ha subrayado que, frente a las autonomías gobernadas por el PP, “Asturias ha elegido otro camino, en un presupuesto que no es neutro, ha elegido invertir más que nadie en sanidad porque no es una excentricidad ideológica, es una respuesta racional a una estructura demográfica objetiva. Lo mismo ocurre con la educación”.
Fernández Huerga ha cargado duramente contra las propuestas del PP, calificando las enmiendas populares de “una lista de ocurrencias con código postal”. “Lo que han hecho ustedes no son 220 enmiendas, lo que han hecho ustedes es convertir el presupuesto en un sin dios. Asturias necesita un presupuesto que funcione cuando no haya cámaras delante, que es su especialidad. Y eso ustedes no son capaces de hacerlo porque optan por la cobardía de quien no decide, de quien pretende contentar a todos aunque sea mentira”, dijo el parlamentario del PSOE.
Por su parte, la portavoz de Convocatoria por Asturies IU-Más País-IAS, Delia Campomanes, fuerza que cogobierna con los socialistas, ha defendido que este es el presupuesto del “cumplimiento y de la credibilidad, y también y sobre todo el del avance de derechos”, en el que se concretan los acuerdos sellados entre la FSA y Convocatoria por Asturies y que, además, afianza una agenda progresista propia en un contexto estatal crecientemente tensionado.
La diputada Covadonga Tomé ha expresado su satisfacción por haber incorporado al texto varias iniciativas concretas, muchas de ellas fruto de “esas llamadas a diferentes colectivos, plataformas o sectores de trabajadores” que indicado “tanto molesta al líder del PP, Álvaro Queipo”.
Rechazo frontal de la derecha a las cuentas
En nombre del PP, la diputada Beatriz Polledo ha reiterado su oposición al proyecto y ha asegurado que las cuentas para 2026 “son la expresión más acabada de un régimen político”. “Estas cuentas representan la continuidad de un modelo agotado”, ha manifestado Polledo, recordando que su grupo ha registrado 220 enmiendas por más de 67 millones de euros, orientadas a reforzar las políticas públicas en todas las consejerías y a corregir, ha dicho, los reiterados incumplimientos del Gobierno de Adrián Barbón.
Polledo ha definido el proyecto como un “nuevo fracaso de Barbón que marca el fin de un régimen político” y ha resumido su impacto en “más impuestos para las familias, para la clase media trabajadora y para los jóvenes y autónomos”. A su juicio, se trata de “una burbuja presupuestaria que se mantiene con una presión fiscal asfixiante”.
Desde Vox, el diputado Gonzalo Centeno ha vuelto a arremeter contra las cuentas, que ha calificado como “un robo, un atraco continuado y una estafa al contribuyente que con su esfuerzo mantiene la Administración, su estructura política y el sueldo de los diputados”.
Centeno ha incidido además en que el proyecto llega al Pleno tras una tramitación que ha tildado de caótica y plagada de irregularidades. “Esto tiene un nombre y no es precisamente democracia. Dos hechos relevantes lo demuestran. El papelón que hacen los ciudadanos en la tanda de comparecientes, que ni puñetero caso, a la sociedad civil, salvo el figura que mande la UGT. Y el hecho de que no se admita ni una sola de las enmiendas parciales que presenta la oposición, ni la más inocua. Así, sectarismo puro. De ahí que, por coherencia, este Grupo Parlamentario no se someta a esta burla de las enmiendas parciales”, dijo.
El secretario general de Foro Asturias y diputado del Grupo Mixto, Adrián Pumares, ha advertido al Ejecutivo que “hoy aprobarán este presupuesto, eso es evidente, pero con ello no van a mejorar la situación del Principado de Asturias”.
“Esos presupuestos no los podemos ver únicamente como un cuadro de cifras. Son, o al menos deberían ser, una herramienta para resolver problemas y para construir futuro. Pero ustedes han construido, han convertido este presupuesto en un ejercicio de aritmética parlamentaria, en una operación para salvar unas malas cuentas y con ello pierden el sentido”, afirmó Pumares en su intervención.