Mecanismo de capacidad, trámites específicos, ayudas…: Recetas de la industria para el despegue del almacenamiento

Jornadas de almacenamiento energético organizadas por el PP en el Congreso | TWITTER: TRISTANA MORALEJA (PP)

España ya cuenta con una estrategia para el almacenamiento energético. De hecho, la propia patronal Aepibal (Asociación Española de baterías y almacenamiento energético) reconoce su valía, así como la calidad de los profesionales que trabajan en el Ministerio para la Transición Ecológica.

“Pero desgraciadamente no vamos a la velocidad que nos gustaría”, lamentó ayer en el Congreso el presidente de esta organización, Luis Marquina, en una de las mesas que el Grupo Parlamentario Popular organizó en la Cámara Baja para debatir sobre este vector de la transición energética.

En su estrategia de dar voz a las empresas y a las organizaciones de sectores implicados y afectados por la regulación, el PP llenó el miércoles la Sala Constitucional del Congreso de directivos y representantes de todo el sector energético e industrial para hablar de almacenamiento.

Guillermo Mariscal, secretario general adjunto de los ‘populares’ en el Congreso y referente en asuntos energéticos, clausuró las jornadas anticipando una iniciativa con las principales conclusiones vertidas en las jornadas. Estas fueron algunas de ellas.

“Lo más urgente: un mecanismo de capacidad”

Estas fueron las palabras textuales de Marquina al ser preguntado por la necesidad más inmediata para la industria del almacenamiento. 

¿Qué viene a ser? Una retribución específica para estas instalaciones en reconocimiento al servicio que prestan para garantizar la seguridad de suministro. El ‘boom’ renovable dispara la capacidad de generar energía pero, por sus propias características no es posible elegir cuándo y cuánto. Son necesarias instalaciones que aseguren la energía necesaria cuando la disponible no cubra toda la demanda.

Este papel lo juegan ahora, por ejemplo, las centrales de ciclo combinado quema de gas), que son retribuidas específicamente por estar disponibles para cuando sus servicios sean requeridos. Igual que las centrales de carbón o las nucleares, que generan sin depender de cuándo haya sol o viento.

Las empresas defienden que estas ayudas –se necesita autorización europea al tratarse de ayudas de Estado– permitirían garantizar un mínimo de ingresos para facilitar el crecimiento del sector. Marquina asegura que, a corto plazo, no es rentable.

Apetito inversor, en todo caso, no falta. Las pujas en la última subasta para instalaciones sobrepasó con creces los objetivos y la previsión es fijar una meta mucho más ambiciosa en la próxima revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Para 2030, el objetivo era ampliar la capacidad con 6 GW más.

Productor, ¿también consumidor?

Pedro Basagoiti, director de Tecnología, Innovación y Desarrollo de OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Energía), concede que el almacenamiento debe recibir una retribución razonable y ser retribuidas por todos los servicios que prestan al sistema, pero duda que la solución pase por las ayudas del mecanismo por capacidad. Cree que hay alternativas, como por ejemplo las subastas.

Incide Basagoiti en que precisamente,  son mecanismos concebidos y diseñados para productores. Y que una de las quejas del sector es que están limitados a un papel de generador, lo que les deja fuera de los nodos de cogestión. “La regulación está a medio hacer”, lamenta Marquina. En Aepibal lamentan que su rol exclusivo como productor “impide sacar partido del almacenamiento como gestor de demanda”.

La directora de Almacenamiento de Naturgy, María Pérez, incide en la necesidad de identificar qué servicios se prestan y establecer una retribución. Y anticipar estas señales para facilitar la búsqueda de financiación: “Tener predictibilidad nos va a ayudar. ¿Cuántas horas necesitamos en ese mercado de capacidad? Necesitamos señales lo antes posible”.

Normativa y trámites específicos

Eugenio Domínguez, vicepresidente de la patronal Aebipal y CEO de Hesstec, ironizaba con las prisas del sector para acelerar su normativa. “Hace tres años eras ilegal”, asegura que le dicen, con sorna, colegas cuando urge un desarrollo regulatorio en el sistema. El procedimiento de integración, ejemplifica, lleva dos años en borrador y aún no ha sido aprobado.

La directora ejecutiva de ENTRA (Asociación Española para la Agregación y la Flexibilidad), Alicia Carrasco, apuesta por “acelerar de forma ambiciosa el desarrollo normativo” y mirar qué están haciendo otros países. También atender a las recomendaciones del supervisor, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC): “Su informe es muy claro en que no haya discriminación en la participación y sea competitivo”.

Otro elemento es la tramitación de proyectos, supeditados a la conexión a la red. “Los accesos están pensados sólo para la energía solar y eólica”, lamenta Patxi Calleja, director de Regulación de Iberdrola, que pide una tramitación sin acceso para los grandes proyectos de almacenamiento para poder iniciarlos sin contar con esta autorización.

 Calleja piensa específicamente en proyectos de bombeo y aprovecha para cargar contra las medidas aprobadas por el Gobierno para neutralizar los llamados ‘beneficios caídos del cielo’, con un límite a la retribución en el mercado diario de 67 euros/MWh frente a los 180 euros/MWh.

Estabilización de precios y flexibilizar la demanda

Las inversiones en almacenamiento supondrán un coste adicional al sistema, pero a costa de aprovechar mejor la generación y limitar los vertidos de energía no consumida. También se presenta al sector como una vía de acabar con fenómenos de precios por los suelos. Repartir la generación y distribuirla para estabilizar el precio.

“Que no se canibalice”, describió Rocío Sicre, CEO de EDP Renovables, ante precios mínimos en momentos de mayor producción renovable. “No es bueno que a largo plazo los precios sean de 0,10-0,20 euros/kWh”, coincidió Basagoiti (OMIE).

En todo caso, el directivo del operador de mercado apuntó fórmulas para desplazar la demanda y flexibilizar los consumos, como tarifas centradas en la franja de mayor generación renovable, dirigir y planificar la recarga de las flotas de movilidad eléctrica, la generación de hidrógeno ‘verde’ o el desarrollo de los mercados locales de flexibilidad, como un ingreso añadido para el almacenamiento.

¿Qué están haciendo China y Estados Unidos?

La mesa industrial incidió, especialmente, en la necesidad de contar con más ayudas públicas, especialmente mirando a competidores asiáticos y estadounidenses, con ventajas para fomentar el negocio de productores locales. 

También en el diseño de los programas de apoyo. El director comercial de Power Electronics, Raúl Padierna, puso como ejemplo los créditos fiscales a diez años vista en el plan de apoyo industrial de la Administración Biden para la consolidación de una cadena de valor en el territorio.

Padierna, concretamente, aseguró que el tejido español está «amenazado» por la presión, fundamentalmente, de competidores asiáticos. Los 6 GW de potencia instalada en España, citó, proceden de la primera subasta. «A partir de ahí, los fabricantes españoles nos hemos visto desplazados sin tener opción siquiera de competir», lamenta, pidiendo un marco de ayudas “para competir en igualdad de condiciones”.

El elefante en la habitación y la economía circular

Ramón Jiménez, de Extremadura New Energies, llevó al debate de las jornadas “el elefante en la habitación”. Cuatro horas después la discusión había obviado la minería y dónde extraer los recursos naturales para poner en marcha la industria.

“¿De dónde sacamos el litio y el hidróxido de litio? ¿Y de dónde reducimos dependencia energética?», se preguntó, criticando la existencia de «trabas» y retrasos en los permisos necesarios en la minería. «Estados Unidos nos ha pasado a velocidad de vértigo. Las empresas están pensando en marcharse». En el punto de mira, la trasposición de la última directiva europea.

 «No creo que haya falta tan grande de materias primas. Lo que hay que saber es cogerlo. Y evigtar que otros lo cojan», replicó Juan Manuel Pérez, director de Almacenamiento Eléctrico del Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento de Energía (CIIAE).

Pérez llamó a «mirar la economía circular como algo más que solo reciclar»: mejorar el diseño de baterías, aprovechar una segunda vía y evitar transportes innecesarios. «Hay que saber aprovecharla». En ese punto juega un papel importante la investigación.

Investigación y formación

Otro aspecto analizado fue la necesidad de contar con profesionales para el desarrollo de esta actividad. «Tenemos un problemón inmenso de captura de capital humano y retención de talento», incidió el responsable del CIIAE.

También la relación de las empresas con la investigación: «Las empresas europeas tienen más fácil entrar en centros de investigación que las españolas», aseguró Pérez, denunciando que existe «el doble de proyectos europeos que nacionales, y el doble de financiación». «Eso se puede y se debe corregir».

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