Sanidad

Actuar con rapidez ante un infarto es clave para limitar el daño en el corazón

La Clínica Universidad de Navarra destaca que una actuación rápida ante el infarto, con guardias 24 horas y angioplastia primaria, mejora el pronóstico cardíaco.

2 minutos

Comenta

Publicado

2 minutos

El responsable de la Unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la Clínica Universidad de Navarra, el doctor Rafael Ruiz Salmerón, subraya que intervenir con rapidez ante un infarto agudo de miocardio resulta “clave” para reducir al máximo el daño sobre el tejido cardíaco, ya que cada minuto de demora incrementa el deterioro y la probabilidad de complicaciones.

“Una actuación a tiempo es clave para disminuir el daño miocárdico y preservar la función del ventrículo izquierdo a largo plazo. Cuando esto no sucede, aumenta el riesgo de muerte asociado al infarto y, en caso de sobrevivir, se produce un deterioro de la función del corazón que deriva en insuficiencia cardiaca”, ha afirmado Ruiz Salmerón.

Con este objetivo, la Clínica mantiene un dispositivo de guardias presenciales de 24 horas los 365 días del año, que incluye un servicio dotado de recursos de soporte hemodinámico avanzado, entre ellos el balón de contrapulsación, así como una UCI especializada en los cuidados tras la intervención. Esta unidad permite estabilizar al paciente durante las primeras 24 horas y llevar a cabo una monitorización continua de la evolución de su función cardíaca.

“En el infarto, el tiempo es músculo. Por cada minuto que pasa, parte del tejido cardíaco puede dañarse de forma irreversible. Nuestro objetivo con las guardias 24 horas todos los días del año en la Unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista es abrir la arteria obstruida en menos de 90 minutos desde el primer contacto médico”, ha explicado el cardiólogo intervencionista de la Clínica Universidad de Navarra, el doctor Rodrigo Teijeiro.

En esta línea, ha precisado que la disponibilidad permanente de cardiólogos, hemodinamistas y personal de enfermería con formación específica hace posible tratar el infarto de miocardio mediante angioplastia primaria, la técnica de elección para desobstruir la arteria coronaria responsable del evento y restablecer cuanto antes el flujo sanguíneo, tras la activación de un protocolo de atención urgente coordinado.

“Este modelo organizativo permite realizar la angioplastia primaria en los tiempos que marcan los estándares de calidad internacionales, fundamentales para mejorar el pronóstico del paciente”, han incidido desde la Clínica.