La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha emitido una advertencia sobre los peligros que representa el humo de los incendios forestales para la salud de niños y adolescentes, incluso a grandes distancias. Esto se debe a que las corrientes de aire pueden llevar las partículas contaminantes del humo a áreas lejanas que no están directamente afectadas por los incendios.
El Comité de Salud Medioambiental de la AEP (CSM-AEP) ha realizado un análisis que muestra que el humo incluye partículas finas y ultrafinas (PM2,5), monóxido de carbono (CO), óxidos de nitrógeno (NOx), ácido cianhídrico (HCN) y compuestos orgánicos que podrían ser cancerígenos. Estos contaminantes pueden causar efectos adversos tanto inmediatos como prolongados.
A corto plazo, la inhalación de estas partículas puede exacerbar enfermedades respiratorias crónicas como el asma y la rinitis alérgica, aumentar las infecciones respiratorias agudas, causar irritación ocular y de las mucosas, y provocar intoxicaciones por monóxido de carbono o cianuro. A largo plazo, la exposición repetida puede llevar al desarrollo de patologías respiratorias, cardiovasculares o inmunológicas, además de posibles efectos neurotóxicos.
La salud mental y el bienestar psicológico de los niños también pueden verse afectados, generando ansiedad y estrés. La preocupación de los pediatras aumenta ante el incremento de incendios forestales en España, fenómeno relacionado con el cambio climático y que se espera continúe intensificándose.
MEDIDAS CONTRA EL IMPACTO DEL HUMO DE LOS INCENDIOS
Para mitigar estos riesgos, el CSM-AEP ha publicado un documento que incluye medidas de prevención y recomendaciones como consultar alertas oficiales, seguir avisos de Protección Civil y comunicarse con el 112 ante la presencia de fuego o humo. También se aconseja monitorear la calidad del aire y mejorar el ambiente interior mediante el uso de purificadores y evitando fuentes de contaminación adicionales en casa.
El uso de mascarillas FFP2 se recomienda para niños mayores de dos años, y en el caso de emergencias, es crucial estar preparados y realizar evacuaciones a lugares seguros si es necesario. También se subraya la importancia de supervisar la salud mental de los menores y buscar apoyo profesional si se observan cambios emocionales o conductuales.