Álvaro Fernández Luna, docente en Gestión Deportiva de la Universidad Europea, ha indicado que el ascenso del ‘running’ y su accesibilidad económica han transformado esta actividad en un fenómeno social, fomentando igualmente el crecimiento del negocio que lo rodea.
‘El auge del ‘running’ en las últimas décadas se ha visto impulsado por diversos factores sociales y económicos. Uno de los principales es su bajo coste: no requiere la contratación de servicios ni el alquiler de instalaciones deportivas’, ha afirmado Fernández Luna.
Además, destacó la versatilidad del ‘running’, practicable en cualquier momento y lugar, ideal para quienes disponen de escaso tiempo. Esto ha incrementado el porcentaje de corredores del 15 por ciento en 2015 al 22 por ciento en 2024.
Esta tendencia también se ha visto fortalecida durante las restricciones pandémicas, al ser una de las pocas actividades físicas que se podían realizar individualmente y al aire libre.
LA ROPA Y EL CALZADO DEPORTIVO SÍMBOLOS DE ESTATUS
Fernández Luna ha comentado que la popularidad del ‘running’ y las carreras ha atraído a una amplia variedad de participantes, desde competidores serios hasta aquellos que corren por salud o socialización.
‘El crecimiento del número de corredores y la proliferación de carreras populares han contribuido aún más al desarrollo del negocio en torno al ‘running’, consolidándolo como una práctica con un fuerte componente comercial y de estilo de vida’, ha añadido.
Según el especialista, la indumentaria y el calzado deportivo se han convertido en símbolos de estatus, identidad y expresión personal, reflejando no solo una imagen de actividad sino también la ‘pertenencia’ a cierta cultura o estilo de vida.
Un estudio de la Universidad Europea ha explorado cómo el gasto en equipamiento se correlaciona con el rendimiento, revelando que los corredores más eficientes gastan menos.
‘Esto sugiere que, en muchos casos, el consumo de productos de ‘running’ responde más a motivos de estatus o imagen que a necesidades de rendimiento deportivo’, ha señalado Fernández Luna.
Las redes sociales han ayudado a moldear una narrativa sobre el ‘running’ que abarca desde la imagen personal hasta un estilo de vida saludable.
‘Basta con hacer una búsqueda relacionada con ‘running’ en Internet para que las redes sociales se llenen de contenido relacionado: ‘influencers’ mostrando sus entrenamientos, rutinas, ropa, alimentación y estilo de vida’, apunta Fernández Luna.
Finalmente, ha enfatizado que la innovación tecnológica es crucial en este fenómeno, donde las grandes marcas invierten en mejorar la funcionalidad y estética de sus productos, dirigidos tanto a novatos como a atletas de élite.
‘Estos desarrollos tecnológicos han influido en el diseño estético, haciendo que muchas prendas y zapatillas sean visualmente atractivas, lo que también responde a una demanda de moda y estilo de vida’, ha agregado el profesor.
Fernández Luna concluye que el ‘running’ es una tendencia duradera, limitada no por la demanda sino por las restricciones logísticas y legales para organizar más eventos, que se llenan rápidamente.
A pesar de ser una herramienta eficaz para el bienestar, el exceso de eventos puede causar molestias y rechazo social, por lo que enfatiza la importancia de menos eventos pero de mayor calidad.