El Instituto Español de Investigación Enfermera, perteneciente al Consejo General de Enfermería (CGE), en colaboración con Becton Dickinson, ha llevado a cabo una actualización de la Guía de Práctica Clínica Enfermera sobre Hemocultivos. El propósito principal es incrementar la seguridad del paciente, reducir la aparición de falsos positivos y unificar la forma de trabajar en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS).
“El hemocultivo es un método diagnóstico para la detección de bacterias y otros microorganismos en sangre. Las enfermeras juegan un papel fundamental en la prevención, cuidado y seguimiento del paciente con infección, ya que son los profesionales sanitarios que realizan la recogida de muestras sanguíneas para hemocultivos, y en caso de diagnóstico de infección, administran el tratamiento correspondiente”, ha destacado el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.
La enfermera del Instituto Español de Investigación Enfermera Tamara Domingo señala que este material pretende convertirse en un recurso “práctico y accesible” para todos los profesionales que intervienen en la extracción de hemocultivos. De este modo, la nueva versión refuerza la apuesta por la seguridad del paciente, la calidad del diagnóstico y la excelencia en los cuidados, consolidándose como un documento de referencia a nivel estatal para la práctica enfermera.
“Cuando la recogida y gestión de los hemocultivos se realizan con rigor, se reduce la contaminación, se mejora la precisión diagnóstica y se favorece una terapia más eficaz. Por eso, la actualización de esta guía no es otra cosa que una inversión directa en seguridad, calidad y eficiencia, ya que su aplicación correcta ayuda a orientar mejor la decisión y optimizar los recursos”, ha enfatizado la directora general de Becton Dickinson en España y Portugal, Lourdes López, quien ha trasladado el apoyo de la empresa a la profesión enfermera.
La edición 2025 de la guía incorpora apartados renovados para dar respuesta a los últimos avances tecnológicos, aclarar dudas habituales de la práctica diaria y reforzar el carácter estricto del procedimiento. Entre las novedades más destacadas se incluyen los dispositivos de desviación de sangre, que contribuyen a disminuir la contaminación de las muestras cuando el centro dispone de ellos, y la opción de recurrir a la punción ecoguiada en pacientes con difícil acceso vascular (DIVA). En estos escenarios, el documento detalla la obligación de utilizar fundas y gel estériles y de seguir protocolos muy estrictos de limpieza y desinfección del ecógrafo.
Del mismo modo, se han revisado y reforzado varias recomendaciones previas para incrementar la seguridad y la exactitud diagnóstica. A la luz de la nueva evidencia sobre la necesidad de evitar la entrada de aire en los frascos anaerobios, se sugiere el empleo de incubadoras satélite para acelerar la detección microbiológica y se recuerda que no es imprescindible aguardar a un pico febril para proceder a la extracción del hemocultivo.
La guía suma también el modelo “5MPB-Toledo” como herramienta de apoyo para estimar el riesgo de bacteriemia en pacientes atendidos en Urgencias, incorpora pautas específicas de antisepsia en recién nacidos con clorhexidina acuosa al 1-2 % y precisa las condiciones idóneas de transporte de las muestras cuando existan demoras prolongadas, indicando que la temperatura no debe sobrepasar los 25 °C.
Con todas estas mejoras se pretende disminuir la proporción de falsos positivos, que todavía se sitúa entre el dos y el seis por ciento, sobre todo en los servicios de Urgencias. Este problema puede alargar el ingreso hospitalario entre cuatro y cinco días y suponer sobrecostes cercanos a 4.000 euros por cada paciente afectado. La revisión de la guía persigue reducir las diferencias en la práctica clínica y ofrecer un marco común, exigente y apoyado en la mejor evidencia científica disponible.
Además, la nueva actualización de la Guía de Práctica Clínica Enfermera sobre Hemocultivos se ha incorporado de forma oficial al proyecto GuíaSalud del Sistema Nacional de Salud, lo que avala su calidad metodológica y refuerza su papel como herramienta para la toma de decisiones clínicas. Florentino Pérez Raya ha celebrado que el documento pase a integrar la biblioteca de guías clínicas “más importante” del sistema sanitario, tal y como ya ocurrió con la primera edición publicada en 2021.










