La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) junto con los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT) han emitido un llamamiento para proteger la sanidad pública durante las movilizaciones programadas del 3 al 9 de noviembre. Durante estos días, se realizarán diversas actividades como debates, concentraciones y otras iniciativas para debatir la situación actual del sistema sanitario.
Estos eventos culminarán en manifestaciones generales en diferentes localidades y comunidades autónomas el 9 de noviembre, donde cada grupo presentará sus demandas y sugerencias, aunque el fin principal es «defender una Sanidad Pública, universal, accesible, de calidad y digna para toda la población».
«Nos dirigimos a todas las mareas ciudadanas, plataformas en defensa de la Sanidad Pública, asociaciones, sindicatos, partidos políticos y colectivos de todo el país. La fuerza está en la unión, por lo que pretendemos compartir las diferentes iniciativas para que nadie se sienta solo o sola en esta lucha», destacan en su comunicado.
Entre sus reivindicaciones, destacan la necesidad de frenar la privatización y recuperar lo privatizado, puesto que «la salud no puede ser un negocio. Exigimos que los recursos y servicios que se han entregado a empresas privadas vuelvan al sistema público»; mejorar la Atención Primaria y asegurar la accesibilidad con personal suficiente y citas rápidas, además de una atención «cercana y continua»; y la completa utilización de los hospitales públicos para disminuir las listas de espera.
Asimismo, reclaman condiciones laborales dignas para el personal sanitario; la dedicación exclusiva y adecuadamente retribuida de los profesionales del sistema, «garantiza que el esfuerzo de nuestros profesionales esté centrado en mejorar la Sanidad Pública y no en engordar la lista de espera para favorecer la privada»; «limitar el poder» de los laboratorios farmacéuticos y la industria tecnológica, y fomentar la Salud Pública y la Participación Social, ya que «la implicación de la población es fundamental para defender la salud, adaptar el sistema a sus necesidades reales, evitar sufrimiento, reducir los costes innecesarios sistema y garantizar la equidad de salud».















