Según un análisis realizado por la Universidad de Michigan (EEUU), la sepsis tiene el potencial de ser letal incluso en individuos sin patologías previas (sin enfermedades asociadas) si su diagnóstico se posterga demasiado.
El estudio mostró que el 10 por ciento de los pacientes que ingresaron al hospital con sepsis no presentaban antecedentes de enfermedades significativas como cáncer, enfermedad pulmonar crónica o insuficiencia cardíaca. Estos pacientes, considerados previamente sanos, generalmente mostraban un menor nivel de fallo orgánico al ser admitidos y un mayor número de casos de sepsis vinculados al covid-19.
Además, el tratamiento administrado a estos pacientes variaba, mostrando una menor adherencia a las directrices establecidas para el manejo de la sepsis, incluyendo la toma de hemocultivos y la administración temprana de antibióticos.
Entre los pacientes que no sobrevivieron, se observó que eran de mayor edad, sufrían de insuficiencia respiratoria más grave, alteraciones en el estado mental y shock a su llegada al hospital. Durante su tratamiento, estos pacientes frecuentemente necesitaron el uso de vasopresores y ventilación mecánica invasiva, más que aquellos que lograron sobrevivir.
La mayoría de las defunciones fueron consideradas ‘inevitables’ por los investigadores, dada la gravedad de su estado al momento de ingresar al hospital. Casi el 10 por ciento de los pacientes sanos con sepsis fallecieron dentro de los 90 días después de su hospitalización.
«Algunas de estas trágicas muertes entre personas previamente sanas podrían haberse evitado si su enfermedad se hubiera prevenido mediante la vacunación o se hubiera detectado y tratado a tiempo, antes de que se enfermaran lo suficiente como para llegar al hospital», señaló Rachel Hechtman, investigadora y directora del estudio. También destacó la importancia de aumentar la concienciación sobre la sepsis entre el público y los primeros respondientes.








