Sanidad

El H.U. Ruber Juan Bravo inicia un avanzado programa de apoyo nutricional prequirúrgico

El H.U. Ruber Juan Bravo lanza un programa de soporte nutricional preoperatorio para mejorar los resultados quirúrgicos y reducir complicaciones.

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El Hospital Universitario Ruber Juan Bravo ha implementado un innovador programa de soporte nutricional previo a intervenciones quirúrgicas, diseñado para minimizar los efectos adversos en el metabolismo. Este tipo de soporte puede reducir la pérdida de masa muscular y grasa, disminuir la degradación de proteínas y controlar la expansión del líquido extracelular.

El director del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo, el doctor Juan Carlos Meneu Díaz, ha indicado que el programa busca moderar la respuesta catabólica del cuerpo, evitar o minimizar el daño a las células, potenciar la respuesta inmunológica, limitar complicaciones y mejorar los resultados clínicos de los pacientes.

El programa también presta especial atención a la desnutrición, vinculada a un incremento en el riesgo de complicaciones. ‘La primera pregunta que nos debemos plantear es a qué pacientes vamos a realizar el cribado y la respuesta es a todos los pacientes oncológicos que vayan a ser sometidos a cirugía mayor programada, así como a los pacientes que hayan sido sometidos a cirugía urgente durante su ingreso hospitalario’, ha destacado Esther Ruano de la Llave, especialista en Dietética y Nutrición y coordinadora del programa.

El cribado nutricional considera varios factores como el Índice de Masa Corporal (IMC), la pérdida reciente de peso, cambios en la ingesta y la severidad de la enfermedad del paciente. Entre las herramientas utilizadas se encuentran el test NRS-2002, la Herramienta de Cribado Universal de la Malnutrición (MUST), el test de Mini Evaluación Nutricional (MNA) y la Valoración Subjetiva Global (VSG).

Los pacientes identificados reciben un plan nutricional personalizado que incluye soporte nutricional por vía oral o enteral durante al menos siete a diez días antes de la operación. ‘Gracias a la aplicación de este programa conseguimos una serie de beneficios para el paciente, fundamentalmente la reducción de complicaciones infecciosas y menores tasas de complicaciones postoperatorias, con la consiguiente disminución de la morbimortalidad postoperatoria, así como el acortamiento de la estancia hospitalaria’, concluyó Ruano.