La Agencia Internacional de Investigación en Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha revisado el Código Europeo Contra el Cáncer e incluye por primera vez entre sus 14 pautas una recomendación específica frente a la contaminación atmosférica, con el objetivo de disminuir el riesgo de cáncer y reforzar la protección de la salud pública.
Esta quinta edición del Código, que no se actualizaba desde hacía una década, se apoya en la evidencia científica disponible sobre factores de conducta individuales, condicionantes ambientales e intervenciones sanitarias, y está concebida tanto para la ciudadanía como para quienes diseñan y aplican las políticas públicas.
Dentro de las 14 indicaciones recogidas, el Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) subraya que seis se relacionan de forma directa con el cáncer de pulmón, lo que, a juicio de los especialistas, refleja el peso epidemiológico de este tipo de tumor y la urgencia de situarlo como prioridad y reforzar los recursos destinados a abordarlo.
En detalle, la versión renovada del documento incorpora recomendaciones sobre el consumo de tabaco, la exposición al humo ambiental, los carcinógenos presentes en el entorno laboral, el radón en espacios interiores y la contaminación del aire. Asimismo, hace referencia a la conveniencia de participar en programas organizados de cribado de cáncer de pulmón.
“Esta nueva actualización confirma lo que los especialistas llevamos años señalando, el cáncer de pulmón es, en gran medida, prevenible si se adoptan políticas contundentes”, ha señalado el responsable de Epidemiología del GECP, Alberto Ruano, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Santiago de Compostela (USC).
TABACO, RADÓN Y CONTAMINACIÓN
Según ha aseverado Ruano, a pesar de que más de un tercio de las muertes por tabaquismo en España se deben a este tumor, faltan medidas normativas “acordes al impacto real del problema”. En España, el consumo de tabaco se relaciona con 60.000 fallecimientos anuales, de los cuales más de 23.000 corresponden al cáncer de pulmón. Asimismo, 279 muertes anuales se atributen a la exposición pasiva al humo.
El GECP también ha puesto el foco en el radón, responsable de más de 800 muertes por cáncer de pulmón al año en España y cuya regulación se incorpora por primera vez de forma más precisa en el código al incluir tanto el ámbito doméstico como el laboral.
En lo relativo a la contaminación del aire, que se incorpora como elemento novedoso en el Código, Ruano ha resaltado que esta inclusión permite reclamar políticas ambientales más exigentes. “La evidencia es clara, mejorar la calidad del aire no solo reduce riesgos cardiovasculares, sino también la probabilidad de desarrollar el tumor más mortal que existe”, ha destacado.
Para el GECP, el alcance de estas recomendaciones resulta especialmente significativo en un contexto en el que el cáncer de pulmón mantiene cifras alarmantes en España. De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), desde 2024 se ha convertido ya en la primera causa de muerte por cáncer en mujeres en España, superando por primera vez al cáncer de mama, un fenómeno que los especialistas venían anticipando desde hace años.
El grupo de expertos remarca que este código actúa como una hoja de ruta para orientar las actuaciones, pero insiste en que la responsabilidad última de disminuir la carga del cáncer de pulmón recae en las administraciones. “La prevención del cáncer de pulmón depende en gran medida de decisiones políticas valientes”, ha incidido Ruano.
Junto a las recomendaciones ya citadas, el nuevo Código Europeo Contra el Cáncer incluye también orientaciones para prevenir o controlar el sobrepeso y la obesidad, mantener un nivel adecuado de actividad física, seguir una alimentación saludable, evitar el consumo de bebidas alcohólicas, fomentar la lactancia materna el mayor tiempo posible, reducir la exposición a la radiación solar, prevenir y diagnosticar precozmente infecciones que pueden causar cáncer y otras indicaciones relacionadas con la terapia de reemplazo hormonal.










