La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha comunicado que 27 de los 38 países que integran la región europea están registrando actualmente niveles de gripe altos o muy altos, y además con una antelación de unas cuatro semanas respecto a lo que era habitual en temporadas anteriores. La causa principal es la nueva cepa H3N2, subclado K, que domina los contagios y está generando una presión notable sobre los sistemas sanitarios de varios Estados.
“La gripe llega cada invierno, pero este año es un poco diferente”, ha destacado el director regional de la OMS para Europa, Hans Henri P. Kluge. Con arreglo a los datos del organismo, en Irlanda, Kirguistán, Montenegro, Serbia, Eslovenia y el Reino Unido más de la mitad de los pacientes analizados por síndrome gripal han resultado positivos.
Kluge ha detallado que, aunque esta variante del virus está impulsando una propagación más rápida, no se ha observado que provoque cuadros clínicos más graves. Sin embargo, ha precisado que, dado que esta cepa supone en estos momentos hasta el 90 por ciento de los casos confirmados de gripe en la región europea, su expansión se explica porque la población aún no ha desarrollado inmunidad frente a ella.
De acuerdo con las previsiones de la OMS, los contagios seguirán aumentando hasta alcanzar el máximo de la curva epidémica, algo que se espera para finales de diciembre o comienzos de enero. Aunque el organismo remarca que la mayoría de las personas superarán la infección sin complicaciones, insta a quienes presenten síntomas intensos o padezcan otras patologías a consultar con su médico.
IMPORTANCIA DE LA VACUNACIÓN
Como en otros inviernos, los niños en edad escolar continúan siendo los principales vectores de transmisión comunitaria. No obstante, la mayoría de los cuadros graves que requieren ingreso hospitalario se concentran en los mayores de 65 años, lo que subraya que este grupo debe ser una prioridad esencial en las campañas de vacunación.
En este sentido, la OMS ha recalcado que vacunarse “es la mejor defensa”, sobre todo para los colectivos de alto riesgo, como las personas de edad avanzada, quienes sufren enfermedades de base, las mujeres embarazadas y los niños, así como el personal sanitario. A estos grupos también les ha pedido que refuercen las medidas de prevención, entre ellas el uso de mascarilla cuando resulte necesario.
En relación con la vacuna, el organismo ha aclarado que puede no evitar todos los contagios, pero sí disminuye de forma significativa la probabilidad de desarrollar complicaciones graves asociadas a la gripe A(H3N2), tal y como indican los primeros datos procedentes del Reino Unido.
Asimismo, la OMS ha instado a las personas con síntomas a permanecer en casa para frenar la transmisión y a utilizar mascarilla en espacios públicos con el fin de reducir el riesgo de contagiar el virus. También recomienda cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, lavarse las manos con frecuencia y ventilar con regularidad abriendo puertas y ventanas para mejorar la calidad del aire interior.
La organización ha remarcado que, pese a la dureza de la temporada actual, la situación no alcanza el nivel de emergencia mundial que representó la pandemia de Covid-19. “Nuestros sistemas de salud cuentan con décadas de experiencia en el manejo de la gripe, contamos con vacunas seguras que se actualizan anualmente y contamos con un manual claro de medidas de protección que funciona”, ha subrayado.
Por último, Kluge ha animado a la ciudadanía a recurrir a fuentes oficiales y fiables, como las agencias nacionales de salud y la propia OMS, para combatir la desinformación. “En una temporada de gripe difícil, la información fiable y basada en evidencia puede salvar vidas”, ha destacado.