Sanidad

Nueva investigación subraya el rol crítico de la inflamación en la enfermedad cardiovascular aterosclerótica

Investigaciones recientes realizadas dentro del sistema sanitario de Estocolmo, Suecia, sugieren que el riesgo inflamatorio, medido a través de la proteína C reactiva de alta sensibilidad [PCRus] =2 mg/L), es un marcador más fiable de mortalidad que el riesgo lipídico (colesterol de lipoproteínas de baja densidad [c-LDL] =1,8 mmol/L) en pacientes adultos afectados por la enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECVA). Presentados por el Instituto Karolinska junto a Novo Nordisk en el Congreso de...

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Investigaciones recientes realizadas dentro del sistema sanitario de Estocolmo, Suecia, sugieren que el riesgo inflamatorio, medido a través de la proteína C reactiva de alta sensibilidad [PCRus] =2 mg/L), es un marcador más fiable de mortalidad que el riesgo lipídico (colesterol de lipoproteínas de baja densidad [c-LDL] =1,8 mmol/L) en pacientes adultos afectados por la enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECVA).

Presentados por el Instituto Karolinska junto a Novo Nordisk en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) 2025, los resultados arrojan luz sobre la importancia de la inflamación en la progresión clínica de la ECVA. El estudio observacional, que abarcó a 39,368 adultos con ECVA y mediciones de c-LDL y PCRus entre 2007 y 2021, encontró que la incidencia de eventos cardiovasculares adversos graves (MACE, por sus siglas en inglés: combinación de infarto de miocardio, ictus y muerte atribuida a enfermedades cardiovasculares [ECV]) y la mortalidad general fueron superiores en aquellos con elevadas PCRus, sin importar los niveles de c-LDL.

Adicionalmente, se evidenció que aquellos con riesgo inflamatorio, y los que combinaban riesgos de inflamación y colesterol, tenían un mayor riesgo de MACE, con cocientes de riesgo (HR) de 1,18 y 1,39, respectivamente. «La inflamación sistémica es claramente un factor de riesgo cardiovascular y es modificable, de ahí el interés en desvelar los diferentes perfiles en cada uno de los espectros clínicos de la enfermedad cardiovascular, identificarlos de la mejor manera posible y desde luego, actuar sobre ellos para ver si podemos modificar la historia natural de la enfermedad», ha señalado Julio Núñez, el responsable de la Unidad del Insuficiencia Cardiaca del Hospital Clínico Universitario de Valencia y profesor titular de la Universidad de València y Director Científico Adjunto del INCLIVA. Núñez añadió que la PCR ultrasensible es el biomarcador más accesible: «Tenemos evidencia de que identifica un sustrato inflamatorio que se asocia con peor pronóstico en un gran espectro de enfermedades cardiovasculares y al no ser específico hay que contextualizarlo siempre con la situación clínica del paciente. Es el mejor biomarcador disponible, pero hay que saber interpretarlo».

En otro estudio, la base de datos ‘Discover’ del Reino Unido indicó que individuos con ECVA, enfermedad renal crónica (ERC) de moderada a grave (estadios 3-4), o ambas condiciones, y niveles altos de inflamación, enfrentan un mayor riesgo de mortalidad. Se observó que la mortalidad era más alta en aquellos con ambas afecciones y alta inflamación. Datos adicionales sugerían que la elevada inflamación también se relacionaba con mayores costos en atención médica, principalmente por ingresos hospitalarios, en adultos =18 años con historial solo de ECVA, ERC de moderada a grave, o ambas condiciones.