La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado su primer manual sobre el empleo de tratamientos con péptidos similares al glucagón-1 (GLP-1) este lunes, proponiendo estos medicamentos para adultos obesos como una solución de largo plazo, siempre en conjunción con una alimentación equilibrada y ejercicio regular.
“La obesidad es uno de los problemas de salud pública más graves de nuestro tiempo. A nivel mundial, más de mil millones de personas viven con obesidad y se espera que esa cifra se duplique para 2030. Es una enfermedad crónica y recurrente que provoca enfermedades cardíacas, diabetes y algunos tipos de cáncer. El año pasado se relacionó con 3,7 millones de muertes en todo el mundo”, ha declarado en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom.
Los fármacos GLP-1, que incluyen liraglutida, semaglutida y tirzepatida, inicialmente desarrollados para la diabetes, son ahora reconocidos por varios países para el manejo de la obesidad. En septiembre pasado, la OMS los incluyó en su lista de medicamentos esenciales para el tratamiento de la diabetes tipo 2 en poblaciones de alto riesgo.
“Estas terapias forman parte de una estrategia holística basada en tres pilares. En primer lugar, crear entornos más saludables mediante políticas sólidas; en segundo lugar, proteger a las personas de alto riesgo mediante la detección y la intervención temprana; y tercero, garantizar el acceso a una atención centrada en la persona y de por vida para quienes viven con obesidad”, ha explicado Adhanom.
La nueva guía presenta una recomendación, con evidencia de certeza moderada, sobre el uso de terapias con GLP-1 para el tratamiento prolongado, es decir, más de seis meses, de la obesidad en adultos, excluyendo a embarazadas. A pesar de la eficacia comprobada de estos tratamientos, la recomendación se presenta con condiciones debido a la falta de datos sobre su uso prolongado, mantenimiento, interrupción, los costos actuales, la preparación inadecuada del sistema de salud y las posibles implicaciones para la equidad.
DIETA Y EJERCICIO
“Es fundamental destacar que el uso de GLP-1 no reemplaza la necesidad de una dieta saludable y de actividad física”, ha enfatizado el director general de la OMS. Por ello, la guía también aconseja integrar una dieta saludable y ejercicio físico a los adultos obesos a quienes se les receten terapias con GLP-1.
En relación a esto, la guía subraya la importancia de fomentar entornos más saludables a través de políticas públicas robustas para promover la salud y prevenir la obesidad; proteger a las personas con alto riesgo de desarrollar obesidad y comorbilidades asociadas mediante pruebas de detección específicas e intervenciones tempranas estructuradas; y asegurar el acceso a una atención personalizada y duradera.
Adhanom ha destacado los desafíos que supone la introducción de estos medicamentos, especialmente por su alto coste, y ha abogado por trabajar para garantizar un acceso equitativo y asequible. “Sin una acción concertada, estos medicamentos podrían contribuir a ampliar la brecha entre ricos y pobres, tanto entre países como dentro de ellos”, ha advertido.
De hecho, las proyecciones de la OMS indican que, aun con una rápida expansión de la producción, las terapias GLP-1 alcanzarán a menos del 10 por ciento de quienes podrían beneficiarse para 2030. Por lo tanto, Adhanom ha instado a la comunidad global a considerar estrategias para ampliar el acceso, como la adquisición conjunta, la fijación de precios escalonados y las licencias voluntarias, entre otras.
Representantes del organismo internacional han aclarado que la nueva guía es un documento en constante actualización según la evidencia disponible y que su elaboración responde a las demandas de los Estados miembros y sociedades civiles. Además, han anunciado que la próxima semana se publicará una guía dirigida a niños menores de 12 años.










