La Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO) ha recalcado la necesidad de reforzar los hábitos de vida saludables en las personas sometidas a cirugía de la obesidad y metabólica cuando llegan los periodos de descanso, una etapa en la que los cambios de horarios, los desplazamientos y las reuniones festivas pueden poner en riesgo la estabilidad de los avances logrados tras la intervención.
La entidad recuerda que el resultado de la cirugía bariátrica no se limita al acto quirúrgico, sino que depende de consolidar cambios sostenidos en el estilo de vida, apoyados en tres ejes esenciales: una alimentación adecuada, la práctica regular de ejercicio físico y el cuidado del bienestar emocional. En vacaciones, estos pilares pueden verse alterados, generando inquietud entre los pacientes tanto por una posible pausa en la pérdida de peso como por el miedo a recuperar kilos.
“El objetivo no es vivir las vacaciones con miedo, sino con responsabilidad. Disfrutar de estos periodos es compatible con mantener hábitos saludables si se planifican adecuadamente”, indica Antonio Morandeira, vocal de la SECO.
La Sociedad subraya que, incluso en periodos como las fiestas navideñas, es clave no olvidar las normas básicas de alimentación tras una cirugía bariátrica: vigilar el tamaño de las raciones, priorizar alimentos con alto contenido en proteínas, masticar de forma correcta, comer con calma y detener la ingesta cuando aparezca la sensación de saciedad. “Las excepciones puntuales pueden contemplarse, siempre que estén planificadas y no se conviertan en la norma”, añade.
Del mismo modo, se incide en la importancia de una hidratación adecuada, dando prioridad al agua y reduciendo al máximo el consumo de bebidas alcohólicas. “El alcohol aporta calorías vacías, favorece la deshidratación y puede llevar a una mayor ingesta de alimentos por desinhibición”, advierte Morandeira.
En el marco de las celebraciones y encuentros sociales, la SECO propone introducir alternativas culinarias más saludables, ya sea adaptando platos tradicionales o recurriendo a recetas diseñadas específicamente para personas operadas de cirugía bariátrica. También recalca que evitar comidas para “compensar” un banquete posterior no es una estrategia recomendable, ya que llegar con demasiada hambre favorece una ingesta excesiva e inadecuada.
Actividad física y salud emocional en vacaciones
Los especialistas apuntan que, durante las vacaciones, la actividad física suele reducirse por los viajes o por la alteración de la rutina diaria. Aun así, la SECO aconseja mantener un mínimo de movimiento, como realizar paseos diarios, con el fin de prevenir el sedentarismo.
En este sentido, la Sociedad señala que una buena organización previa y la colaboración de familiares y amigos pueden facilitar la inclusión de ejercicio en el día a día. El bienestar emocional se considera igualmente determinante. Aunque estos periodos se asocian a momentos de ocio, la ruptura de la rutina puede provocar episodios de estrés o tristeza. Detectar estas emociones, anticiparse a ellas y apoyarse en el entorno cercano resulta esencial. “Cuidar la salud emocional es tan importante como cuidar la alimentación o el ejercicio”, señala el vocal de SECO.
Si se viaja, la SECO aconseja llevar siempre la medicación y los suplementos prescritos, además de disponer de un informe médico actualizado donde consten los procedimientos bariátricos realizados.
La sociedad científica remarca que no debe aparecer un sentimiento de culpa ante desvíos puntuales. El propósito no es alcanzar la perfección, sino preservar en conjunto unos hábitos saludables. En esta línea, indica que reconocer los obstáculos y preparar respuestas permite retomar la rutina al finalizar las vacaciones y conservar los hábitos adquiridos.
“Las vacaciones deben vivirse como una oportunidad para descansar y compartir, no como una amenaza para la salud. Con información y planificación, los pacientes intervenidos de cirugía bariátrica pueden disfrutarlas de forma segura y saludable”, concluye Morandeira.