El individuo acusado en Serranillos del Valle, apodado ‘el Pelicot español’, ha afirmado en el juicio que “nunca” abusó de las tres nietas de su pareja y negó haberlas drogado, a pesar de un audio donde confesaba los abusos sexuales y declaraba estar “obsesionado” con una de las niñas.
El proceso contra Antonio A. V. y Fernando O. V. ha concluido su fase de juicio, esperando ahora la sentencia tras los alegatos finales. La fiscalía ha solicitado una pena de 70 años de cárcel por diversos delitos, incluyendo abuso sexual a menores.
Por otro lado, el abogado de la acusación particular, Alberto Martín, ha aumentado la petición de condena de 72 a casi 100 años al añadir la agravante de alevosía a los cargos existentes. Además, ha propuesto que se ordene el ingreso inmediato en prisión de Antonio ante el riesgo de fuga, dado que ya estuvo en prisión preventiva durante dos años.
En la fase de pruebas, se reprodujo un audio enviado por Antonio a su esposa, en el que reconocía haber tocado a una de las niñas. “La acaricié. Me atraía y la toqué el pecho. Estaba obsesionado con ella. Es una droga la mierda ésta. No pensaba en hacerla daño. La obsesión es en tocarla sus partes íntimas. A mí también me duele. Lo estoy pasando mal. No podía evitarlo tampoco”, declaró en la grabación.
Durante su testimonio, Antonio negó los abusos y sostuvo que las acusaciones surgieron en un momento de indisposición emocional. “Son mis nietas”, respondió indignado al ser cuestionado por la fiscal sobre los abusos.
La representante de la fiscalía le recordó que una de las niñas había afirmado ser abusada hasta en treinta ocasiones y que se hallaron rastros de cocaína en su cabello, a pesar de que él negó haberlas drogado. El segundo acusado negó cualquier relación con los hechos.
Además, dos psicólogas testimoniaron que el principal acusado sufre de un trastorno cognitivo no especificado. Una testigo menor de edad también declaró haberse sentido amenazada por el acusado en el pasado.
La fiscalía acusa a los procesados de abusar sexualmente de las menores de forma continuada, administrándoles drogas y obligándolas a vestirse de manera provocativa.















