La Audiencia Nacional (AN) celebra este miércoles y jueves el juicio contra el ciudadano paquistaní que en marzo de 2024 provocó importantes destrozos con un hacha en un McDonald’s de Badalona (Barcelona).
La Fiscalía reclama para Hamza Waris una pena de 4 años y medio de prisión y una multa de 6.480 euros por un presunto delito de daños con finalidad terrorista, según el escrito de acusación al que ha tenido acceso Europa Press. En ese mismo documento se precisa que, en el momento de los hechos, el procesado se encontraba en España en situación administrativa irregular.
De acuerdo con el relato del Ministerio Público, Waris llegó a Italia en 2023, «donde adquirió la residencia legal», aunque ya habría atravesado previamente en Pakistán un «profundo y larvado proceso de radicalización».
El escrito detalla que, en mayo de 2023, el acusado solicitó a una persona de confianza un arma de fuego de la marca Mauser. Cuando le preguntaron por qué quería conseguirla, contestó: «Cuando lo haga lo sabrás, todo el mundo lo sabrá. Consígueme esa cosa. Que Dios me perdone, nunca he matado a la gente por dinero. Lo quiero, ya sabrás el motivo».
La fiscal sitúa un punto de inflexión en octubre de 2023, «coincidente con el ataque de Hamás a Israel», momento en el que el acusado «focaliza su actividad en torno a la causa palestina desde una dimensión radical y violenta».
A partir de esa fecha, Waris intensificó las búsquedas en su teléfono móvil de material relacionado «con la muerte, el paraíso y el martirio», al tiempo que se ponía en contacto por Internet con individuos «afines en su ideología radical con quienes comparte su ideario y propósitos».
El 17 de octubre de 2023 llegó a plantearse viajar a Palestina y consultó a otra persona si existía «Policía o barreras que impidan a la gente a llegar hasta allí». Dos días más tarde difundió en TikTok un vídeo con un lema de apoyo a Palestina en el que sonaba un ‘nasheed’ «yihadista».
PREGUNTÓ A UN ERUDITO SI ATACAR UN MCDONALD’S “SE CONSIDERA YIHAD”
Ante las dificultades para desplazarse a Palestina, el acusado empezó a contemplar «otras opciones respecto a su yihad personal», según la acusación.
En ese contexto, contactó con un «erudito» de su país y le formuló la siguiente consulta: «Si una persona daña a los McDonald’s en Pakistán o los termina ¿cuál es la ‘fatwa’ (veredicto) para esa persona? ¿Se considera yihad o un caos en el país? Tienes que preguntar esto y decirme».
Waris llegó a España a comienzos de diciembre de 2023. El día 9 de ese mes fijó su objetivo y realizó hasta 36 fotografías del local de McDonald’s en Badalona.
Entre ese momento y la fecha del ataque, el acusado difundió en redes sociales mensajes con expresiones propias «en el ideario yihadista», almacenó información sobre «acciones de boicot» contra McDonald’s y consultó distintos modelos de hachas, similares a la que finalmente empleó, «de más de once centímetros de hoja y 763 gramos de peso», según la Fiscalía.
ATACÓ PORQUE HABÍA VISTO LOS “NIÑOS PALESTINOS MUERTOS”
El 27 de marzo de 2024, Waris acudió al centro comercial donde se ubica el restaurante y, sobre las 19.30 horas, sacó de su mochila un pañuelo palestino y se lo colocó al cuello «a modo de liturgia previa», expone el Ministerio Público.
Acto seguido, con el hacha en la mano, se dirigió «de forma súbita a la zona de restauración» y comenzó «a asestar hachazos a toda una pared de espejos y a varios expositores de cristal, fracturando los cristales de las lunas y provocando la huida despavorida de las personas, adultos y niños que allí se encontraban, causando un clima de terror e histeria colectivos». Los daños materiales fueron valorados pericialmente en 7.602,74 euros.
«El sujeto fue interceptado por un ciudadano que, exponiendo su integridad física, le asió por detrás y logró inmovilizarlo, llegando posteriormente un agente de Mossos d’Esquadra fuera de servicio, hasta que llegaron más agentes de seguridad y dotaciones policiales», señala la fiscal en su escrito.
Una vez detenido, el acusado manifestó «que había obrado movido porque había visto en el móvil los niños palestinos que habían muerto en manos de americanos».
Tras su arresto, Waris fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción Número 4 de Badalona, que el 29 de marzo de 2024 acordó su ingreso en prisión provisional. La Audiencia Nacional confirmó posteriormente esa medida, por lo que el acusado continúa en la cárcel a la espera de juicio.
SU HERMANO LE ACONSEJÓ NO HACERLO SOLO
El escrito de acusación recoge que el hermano de Waris reaccionó con enfado al conocer que estaba «pensando en hacer la yihad». Aproximadamente una hora antes del ataque, el acusado le remitió un vídeo «de despedida» en su idioma materno en el que afirmaba: «Ya no puedo más, voy a romper el McDonald’s en España. Saluda a todos de mi parte. Si Dios quiere y sigo vivo nos vemos y si no sigo vivo reza por mí para que Dios me conceda el paraíso».
Su hermano le respondió dándole la razón en el plano ideológico, pero le instó a no actuar en solitario y a reunir un grupo de 8 o 10 personas porque «una persona sola no puede hacer nada» y sería «como estar invitando a la muerte».
En esa conversación, el hermano añadió: «Yihad es obligatorio y todo el mundo debe hacer yihad, pero hay que ir con un equipo, si una persona va delante de 100 personas, es obvio que una persona no puede matar a 100. Una persona sola tampoco puede hacer mucha cosa, por eso primero crea un equipo, haz un grupo, ponte en contacto con todos los chicos y pregunta si alguien quiere participar en este yihad».
Para ilustrarlo, le explicó que si alguien le ordena ponerse «delante de un coche, al coche no le va a pasar nada», mientras que él sería atropellado.
El hermano concluyó asegurando que no iba a impedírselo, pero le recomendó «crear un equipo» antes de llevar a cabo cualquier acción. Según la fiscal, este mensaje «no logra disuadirle de llevar a cabo la acción en solitario».











