La Audiencia Provincial de Pontevedra, en su sección segunda, ha dictado una condena de dos años y cuatro meses de prisión para un hombre por el delito de descubrimiento y revelación de secretos, tras haber colocado cámaras ocultas en los dormitorios de su hijo y la hija de su pareja, quien era menor de edad en el momento de los hechos.
De acuerdo con la sentencia, se demostró que el condenado sabía de la relación sentimental entre los jóvenes. El tribunal ha determinado que las cámaras, disimuladas en objetos como un reloj y un altavoz, se instalaron con el fin de “vulnerar su espacio más reservado” y reveló que capturó imágenes de la menor “desnuda, semidesnuda o manteniendo relaciones sexuales” con su hijo.
Las pruebas incluyen el testimonio de la víctima, considerado “totalmente creíble” por la corte, y se sustentan en 259 imágenes y dos vídeos encontrados en el ordenador del acusado. Además de la pena de prisión, el hombre deberá abonar 12.000 euros de multa y 20.000 euros como compensación a la víctima, y se le prohíbe acercarse o comunicarse con ella por seis años.
El tribunal también lo absolvió del cargo de corrupción de menores, argumentando que la menor “permaneció completamente ajena a su actuación”. Añadieron que no hubo pruebas de que las imágenes fueran distribuidas o que hubiera intención de hacerlo.
Los jueces desestimaron la defensa del acusado que alegaba la supervisión del consumo de drogas por parte de su hijo, señalando que “existen otros métodos no delictivos” para tal fin. La sentencia aún puede ser apelada ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).










