Este jueves, el magistrado Adolfo Carretero ha convocado a las partes implicadas para verificar las conversaciones telefónicas mantenidas entre Íñigo Errejón y un testigo implicado en el evento donde supuestamente el exdiputado cometió una agresión sexual contra la actriz Elisa Mouliaá.
El testigo, conocido como Borja y uno de los organizadores del evento, declaró en junio que se puso en contacto por correo electrónico con Errejón tras conocer la acusación de Mouliaá, cuestionando la justicia del señalamiento. Admitió tener más interacciones con Errejón, consultándole sobre el procedimiento del juicio y solicitando detalles prácticos sobre el caso.
Borja también comentó que no percibió a Mouliaá particularmente afectada esa noche y afirmó que habría notado si Errejón la hubiera agarrado del brazo en el pasillo, añadiendo: «No vi nada fuera de lo normal», y señaló que en la vivienda del incidente no había pestillos en las puertas.
SOLICITAN QUE SE ANALICEN LAS CONVERSACIONES
Recientemente, el juez instructor decidió no imputar a la actriz por supuesta presión sobre otra organizadora del evento, ni a Errejón por su comunicación con Borja, pareja de dicha testigo. Carretero declaró que fue Borja quien contactó al exdiputado y que no existen pruebas de que Errejón le presionara o intimidara.
La acusación popular, representada por la Asociación de Ayuda de Defensa Integral a las Víctimas Especializada, ha solicitado que se declare a Errejón como investigado y que se realice un análisis pericial de las conversaciones para determinar la autenticidad, tono y contexto de las mismas, con el objetivo de identificar «posibles elementos de presión o influencia».
















