Un presunto testaferro implicado en el 'caso hidrocarburos', investigación en la que figura el empresario Víctor de Aldama, ha admitido este martes ante la Audiencia Nacional que fue nombrado administrador de una sociedad y que percibía 3.500 euros al mes “por no hacer nada”.
Durante su comparecencia voluntaria ante el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 5, el magistrado Santiago Pedraz, Javier Sequi ha contestado a las preguntas de la Fiscalía y de su propio abogado, detallando que recibió esa retribución durante un periodo de tres meses, según han indicado a Europa Press fuentes jurídicas presentes en la declaración.
Sequi ha explicado que conoció al propietario de Salamanca Fuel Center, Félix Aparicio, en el club nocturno en el que trabajaba, y ha subrayado que hasta entonces siempre había desarrollado su trayectoria profesional en ese ámbito del ocio nocturno.
De acuerdo con su testimonio, fue Aparicio quien primero le propuso incorporarse a un negocio de hostelería y, posteriormente, le situó como administrador de esa mercantil, señalada por los investigadores como vehículo para desviar fondos.
El investigado ha manifestado ante el juez que con el tiempo comenzó a sentirse incómodo, al comprobar que le abonaban 3.500 euros mensuales “por no hacer nada”, limitándose a firmar la documentación que Aparicio le iba presentando.
Ha añadido también que, cuando fue arrestado en octubre de 2024 y le informaron de que la detención estaba relacionada con Villafuel, la sociedad considerada clave en la supuesta trama, desconocía por completo qué empresa era y a qué actividad se dedicaba.
Según los informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Sequi habría actuado como “sucesor” de Aparicio, desempeñando “funciones principalmente de testaferro a las órdenes de los líderes de la organización criminal, al objeto de desvincularles de la dirección real”.