María Victoria Fernández-España, la diputada de AP que se convirtió en la primera mujer en presidir un Pleno en 1978

Miembro de la Mesa durante nueve años, lideró la agenda gallega, feminista y ecologista en su partido del que se marchó al no compartir la postura para el referéndum de la OTAN

Fue elegida diputada en la Legislatura Constituyente, la I y la II (1977-1986) | CONGRESO

El 18 de octubre de 1978 el Pleno del Congreso abordaba entre otras cuestiones el proyecto de Ley de Modificación de varios artículos de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, también la creación de una Comisión de encuesta sobre RTVE. La sesión la había abierto el presidente de la Cámara Fernando Álvarez de Miranda.

Durante el debate del penúltimo punto del orden del día ocurrió un hecho sin precedentes: una mujer presidió el Pleno. Era María Victoria Fernández-España, más conocida en su faceta de periodista como Victoria Armesto, vicepresidenta tercera de la Mesa. La mujer que ostentaba la más alta jerarquía dentro del Estado en aquella época.

Número uno por La Coruña en las listas de Alianza Popular (AP), fue la elegida de entre los 16 diputados que obtuvo el partido de Manuel Fraga en 1977 para ocupar el puesto que le correspondió en la Mesa.

«Tiene la palabra»

Había iniciado su intervención Laureano López Rodó (AP) sobre la «vacatio legis» de los decretos y disposiciones administrativas de carácter general, cuando se ausentó Jesús Esperabé (UCD) vicepresidente 2º que había dirigido el debate la mayor parte de la jornada. En su lugar, ocupó el sillón de la presidencia Fernández-España que fue la encargada de dar la palabra al entonces ministro de Presidencia José Manuel Otero.

El 18 de octubre de 1978 es la 1º vez que una mujer dirige el Pleno

La actuación de la vicepresidenta fue muy discreta pero se trató de una circunstancia nunca antes dada. Además, hasta el año 2000 con la elección de Luisa Fernández Rudi (PP) como presidenta del Congreso ninguna otra mujer que no fuese Fernández-España volvió a dirigir un Pleno. El motivo es que el resto de diputadas que en las sucesivas legislaturas tuvieron responsabilidades en la Mesa ocupaban Secretarías.

A día de hoy, Fernández-España sigue siendo la mujer que más tiempo ha estado en el órgano de dirección del Congreso, un total de nueve años:

Fórmula de juramente de la Vicepresidencia 3º | VICTORIAARMESTO.ES

Testigo de la historia

La diputada asistió desde un lugar privilegiado a todos los momentos históricos de la Transición. Por su condición de miembro de la Mesa, fue de los últimos parlamentarios en votar el dictamen de la Comisión Mixta Congreso-Senado sobre el proyecto de Constitución.

Alianza Popular había dado libertad a sus diputados y de los seis votos que recibió en contra el texto, cinco procedieron de la formación conservadora. Ninguno era de Fernández-España, que votó sí, y que además se había involucrado en el proceso previo presentando enmiendas al anteproyecto elaborado por la Ponencia.

El 31 de octubre de 1978 todos los diputados, incluidos los miembros de la Mesa, votan la Constitución.

Más adelante, en 1981, a diferencia de la mayoría de los presentes en el Congreso la tarde del 23F, Fernández-España no estaba de frente al coronel Antonio Tejero cuando pistola en mano gritó «quieto todo el mundo». Su visión de los hechos fue completamente distinta al que está presente en el imaginario colectivo marcado por las imágenes de las cámaras que filmaron el momento desde la tribuna.

A los miembros de la Mesa, la Guardia Civil les dio la espalda y ante ellos se presentaba un arco parlamentario conmocionado. Los disparos que se produjeron en el foso del hemiciclo también sonaron mucho más cerca.

En una audiencia con el Rey en 1980 | VICTORIAARMESO.ES

La II Legislatura, que para ella sería la última, tuvo entre sus grandes cuestiones el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN prometido en campaña por Felipe González. AP dejó libertad a sus seguidores, pero recomendaba la abstención, una postura que a Fernández-España le parecía demasiado templada.

Partidaria de la continuidad del país en la Alianza rompió con el que había sido su partido y nueve días antes del referéndum, el 3 de marzo de 1986, pidió el cambio al Grupo Mixto y permaneció como secretaria 2º de la Mesa adscrita a este.

Gallega, feminista y ecologista

Los miembros de la Mesa suelen tener una menor actividad parlamentaria que el resto de los diputados ya que cuentan con responsabilidades en otros ámbitos. No obstante, Fernández-España fue bastante activa respecto a sus compañeros.

Por ejemplo, durante la III Legislatura la suma de las iniciativas registradas por los nuevo miembros que componen el órgano de dirección de la Cámara fue 493. De las cuales, 201 correspondían a la diputada de AP que entonces ocupaba la Secretaria 2º. Galicia, la protección de las mujeres y del medioambiente fueron los principales temas en los que se implicó.

En febrero de 1978 manifestó por escrito al Gobierno de Adolfo Suárez la incoherencia que suponía que no se reformase el art. 40 de la Ley de Derechos Pasivos de los Funcionarios de la Administración del Estado de 1966 teniendo en cuenta todos los esfuerzos que se estaban realizando con el fin de conseguir la plena igualdad con el hombre:

También en ese año registró preguntas sobra la lucha contra los incendios forestales a los que se refirió como «un atentado a nuestro patrimonio» y sobre la cooficialidad lingüística del castellano y el gallego: «Las ventajas culturales, sociales y escolares del bilingüismo están fuera de toda duda (…) ¿Tiene el ‘Gobierno la intención de dictar algún Decreto o disposición que de forma clara y decidida permita a los gallegos utilizar oficialmente en toda clase de actividades públicas la lengua vernácula?».

Señora diputada

Por cuestiones orgánicas de grupo, sus intervenciones en Pleno fueron muy reducidas. Destaca entre ellas el debate que mantuvo con el ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, sobre el cierre de la división naval de Astano (Ferrol) en abril 1984 en el que se mostró muy preocupada por la situación:

«Querría tener más de los dos minutos de los que dispongo y poder explicarle la angustia que sentimos todos los gallegos (…) Señor Ministro, perdóneme, seguramente no seré muy coherente porque estoy demasiado emocionada en estos momentos».

Fernández-España se ve obligada a hacer una pausa por la emoción

María Victoria Fernández-España no concurrió en ninguna lista electoral en las elecciones de 1986 y volvió a ejercer el periodismo a tiempo completo bajo la firma de Victoria Armesto.

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