En el marco de las próximas elecciones al Parlamento Europeo se ha presentado una encuesta que ha tratado de averiguar cuáles son los valores que movilizan el voto en el segmento de edad entre los 18 y los 30 años. Las elecciones de 2019, después de décadas de desmovilización, marcaron un claro repunte al alza en el voto de los mas jóvenes, aunque estos votantes siguen siendo la gran incógnita en cada elección.
La encuesta de Talento para el Futuro y Polétika afirma que el 65% de los jóvenes está convencido de que España se ha beneficiado de su participación en la UE y solo un 15% apoyaría la salida de la Unión. Pese a esto, el 35% de los jóvenes encuestados dice no sentirse “representados por la UE. Las principales diferencias en estos resultados vienen marcadas por el género y la edad, los hombres más jóvenes son los mas euroescépticos, con un 25% de apoyo a la salida.
Esta distinción entre ellos y ellas también se observa en cuanto a sentimiento de pertenencia. El 40% de los hombres no ve plasmados sus intereses en las instituciones comunitarias, mientras que el dato cae al 30% entre las mujeres. Son las mujeres jóvenes autoidentificadas como conservadoras las que más sienten que la UE les representa (36%).
La solución para rebajar el euroescepticismo es sin duda la pedagogía
Tesh Sidi
Pese a que el último Eurobarómetro augura una alta participación en los comicios, poco más del 30% de los jóvenes estaba al tanto de la cita electoral y además afirman que irán a votar. Otro 33% consideraría ir a votar si tuviera más información sobre las propuestas en juego. De esta forma, 7 de cada 10 de los encuestados votaría en estas elecciones si entendiera que los valores que defiende están en juego. Quienes han dado esa respuesta se identifican mayoritariamente de “izquierdas” (52%) y son quienes han priorizado como valores principales la igualdad, la justicia y la libertad.
Frente a todo ello, un 12% declaran que no van a votar aún conociendo la convocatoria electoral y, entre los motivos, no lo hacen porque ignoren la influencia de la UE en sus vidas, sino porque o bien no les interesa la política en general (30%) o creen que su voto no es útil (34%) o porque afirman “no entender de política” (20%).
Las conclusiones que se pueden extraer del estudio es que el mismo porcentaje que dice no sentirse representado por la UE afirma no entender bien el funcionamiento de las instituciones. Se establece así un paralelismo entre conocimiento y vinculación.
Una de las investigadoras a cargo del análisis, Belén Agüero, resume que la idea abstracta de Europa “seduce a los jóvenes, pero la figura de la Unión Europea les resulta difusa, lejana y con su funcionamiento difícil de entender”. «Esta falta de información es un factor que puede empujar a este grupo a quedarse en casa el próximo mes de junio, por lo que, consideramos que las campañas de alfabetización sobre la UE son urgentes y necesarias, pero deben ser lo más claras posible y utilizando los códigos y canales a través de las que se informa el público más joven» añadió en la presentación.
Por su parte, Mireya Diouri, de Talento para el Futuro, defiende que las instituciones comunitarias “necesitan convertir a los jóvenes en sus aliados más cercanos, incluyendo su visión y sus voces en su día a día, más allá de los programas de prácticas y de las citas electorales”.
Desde el Congreso
Ante el informe, el diputado del Grupo Socialista, Víctor Camino, considera que sentirse europeo “tiene que estar apoyado por las instituciones, haciendo pedagogía con ejemplos cotidianos como la nueva regulación del cargador único, las becas Erasmus”. A la vez, reconoce que existe una “distorsión de la realidad con las instituciones como consecuencia de la publicación de noticias falsas que buscan tumbar los ideales de la política y que los jóvenes no se fíen de la administración”.
En la línea de Camino, Tesh Sidi, diputada de Sumar, afirma que la solución para rebajar los datos de jóvenes euroescépticos “es sin duda la didáctica” y añade que es importante “explicar a los ciudadanos lo que se hace en las instituciones comunitarias”. “El debate nacional cupa todas las conversaciones y no deja hueco a los temas europeos, en la labor de acercamiento juegan un papel fundamental los medios de comunicación”.
Desde el Partido Popular, el diputado Miguel Ángel Sastre se muestra optimista ante los datos, pese a que asegura que el porcentaje de jóvenes «que no se incluyen en esa mayoría nos lleva a todos los que estamos en política al compromiso de trabajar aún más para explicar la necesidad de una Unión Europea fuerte para vivir en países más seguros, con mejores infraestructuras y con una economía que funcione mejor». «Es necesario exponer que las decisiones que toman las instituciones europeas nos afectan en cosas que a veces ni imaginamos, pero que influyen en nuestro día a día, como la implantación del roaming» añade.