Un Congreso de aritmética compleja, pero con la mayoría del bloque de investidura, y un Senado dominado por el PP con mayoría absoluta invitaban desde los primeros compases de la XV Legislatura a anticipar un importante intercambio de golpes con leyes de por medio. Y así ha sido.
El Proyecto de ley de Enseñanzas Artísticas, el primero del Gobierno, salió de la Cámara Baja con un PP dispuesto a moldearlo en la Cámara Alta a base de enmiendas que no fueron aceptadas durante su tramitación en el Congreso. Si bien es cierto que socialistas y populares han acordado cambios de forma conjunta, los de Alberto Núñez Feijóo se han valido de su corpulencia en el Senado para incluir otros que el Ejecutivo ya adelanta que tumbará cuando el texto regrese nuevamente al Congreso.
Luces: nuevas disciplinas y Consejo de Estudiantes
El Proyecto de ley de Enseñanzas Artísticas ya amasaba un importante concierto durante la ponencia y las enmiendas incluidas en Comisión por PP, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts hicieron del articulado una iniciativa bastante participada.
Con el objetivo de mantener la buena sintonía y, de paso, aquilatar y mejorar la norma, el PSOE ha aceptado varias propuestas del PP, dando así su apoyo durante la ponencia a cuestiones que hasta entonces había rechazado. Un respaldo innecesario dada la mayoría absoluta del Grupo Popular, pero sintomático.
Así, ambos acordaron reconocer como disciplinas a las actividades circenses. En el Congreso el PSOE se limitó a dejar la puerta abierta a que las regiones en las que tuviera arraigo impulsaran su reconocimiento.
El informe de la ponencia del Senado, ratificado por la Comisión de Educación, también reconoce las Enseñanzas Artísticas superiores de Artes Audiovisuales, del Videojuego, de la Animación y de la Cinematografía; una de las propuestas más reclamadas por el PP.
PSOE y PP acuerdan reconocer como disciplinas las actividades circenses y las Artes Audiovisuales, del Videojuego, de la Animación y de la Cinematografía.
Fuentes del PSOE en el Senado argumentan que ha primado la voluntad de que el texto fuera lo más consensuado posible. Por ello, también han respaldado la creación de la figura del Consejo de Estudiantes, para que todos los centros la tengan. Este órgano gozará de plena autonomía dentro de la normativa propia de los centros, que deberán dispensar los medios y espacios necesarios para el desarrollo de sus funciones, que son:
- Defender los intereses del estudiantado en los órganos de gobierno.
- Velar por el cumplimiento de sus derechos y deberes.
- Realizar propuestas a los centros.
- Fomentar el asociacionismo y la participación del estudiantado en la vida académica.
- Todas las funciones que le asigne su reglamento interno.
Sombras: inspección y perspectiva de género
No todo son acuerdos entre Gobierno y oposición. El PP se ha valido de su mayoría absoluta para incorporar enmiendas que los socialistas ya adelantan que tumbarán junto al bloque de la investidura en cuanto el texto regrese al Congreso. En concreto, citan dos: la supresión de la perspectiva de género y la inspección al respeto del castellano en los centros.
La ley llegó al Senado con un Capítulo XI dedicado a la Investigación que establecía, entre otras cosas, que se incentivaría la promoción de proyectos científicos con perspectiva de género, la paridad en los equipos de investigación y los mecanismos que faciliten el desarrollo de la carrera de las mujeres investigadoras. El PP ha eliminado todo el apartado.
“No estamos conformes. Han puesto pegotes ideológicos”, lamentan fuentes socialistas consultadas por Demócrata; que remachan que tampoco ven con buenos ojos la enmienda del PP incluida junto a Vox que responsabiliza al Estado, a través de la Alta Inspección de Educación, del respeto al castellano como lengua oficial del Estado.