La propuesta de Ribera: sin consenso ni estudio económico

Primera parte de una conversación sobre los retos de la crisis energética, la transición ecológica y el futuro de la industria

La vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en una comparecencia en el Congreso | CONGRESO

Con la mirada puesta en la reforma del mercado eléctrico en Europa, una negociación que se espera para este mes en base a las propuestas de los distintos gobiernos, la portavoz económica del PNV en el Congreso, Idoia Sagastizabal critica la falta de diálogo del Ejecutivo a la hora de lanzar la suya. Ni con el sector ni con la oposición. “España ha hecho una propuesta que no ha sido prácticamente hablada ni consensuada con el sector, y a los grupos parlamentarios deberían habernos dado más audiencia”, lamenta.

La diputada del PNV señala que dentro de la “escueta” propuesta española, “hay una parte en la que hay una mayor intervención del Estado porque fija una serie de precios, que tendrán un impacto en las eléctricas, en las industrias, en los consumidores y en el sector económico”. Sin embargo, advierte que “no hay una valoración de los impactos ni un estudio económico de lo que puede suponer”.

A diferencia de España, destaca que hay otros países que están proponiendo modificar parte del sistema marginalista, pero “cosas muy puntuales” que dependerán de la decisión que tome Europa. Para Sagastizabal, el sistema marginalista ha funcionado en los últimos veinte años “con sus altibajos y volatilidad, pero las tecnologías y sus costes han variado mucho”, lo que dificulta esta cuestión.

Hay alternativa a la reforma del mercado

En caso de que no se reformase el mercado eléctrico en Europa, Sagastizabal aboga por perseguir otros objetivos y tomar determinadas decisiones: “Se puede modificar la PVPC (precio voluntario para el pequeño consumidor, la tarifa regulada), los contratos PPA a largo plazo, o se puede hablar de las subastas de energía primaria”. Un mercado en el que, según señala, a futuro no tiene liquidez, puesto que si tuviera “habría más competencia y se podrían asegurar esas coberturas a largo plazo”.

La portavoz también asegura que “hay que mejorar la interconexión” porque España tiene una gran infraestructura de regasificadoras. “Aunque capeemos en 2023 el suministro de Rusia, vamos a seguir dependiendo de EEUU y de otros países para traer gas”, asevera.

Sin embargo, considera que para llevar a cabo cualquier avance en cuanto a la regulación, “hace falta adaptarla a los nuevos patrones. El consumidor está adoptando un rol muy importante en el modelo energético, pero también está las comunidades energéticas, el autoconsumo, el hidrógeno verde…» Sostiene que “hace falta un gran consenso y hablar con el sector eléctrico, el del gas y el del petróleo” para adoptar todos estos cambios.

La volatilidad y la incertidumbre continúan

A pesar de la reducción de la demanda de gas, con un invierno más suave y un ahorro energético importante, Sagastizabal considera que el escenario de incertidumbre y volatilidad continúa. El hecho de que se hayan llenado los almacenamientos y los precios estén más estables, según señala, «no quiere decir que siga así en el futuro».

Para la diputada ‘jetzale’, lo más positivo de las últimas regulaciones sobre energía han sido las medidas abordadas a corto plazo este año, en referencia a los decretos ley aprobados para “minimizar los precios de la energía”. Pone de ejemplo las ayudas a las familias y el bono social para colectivos vulnerables: “Son medidas coyunturales, más que estructurales, en un momento de excepción”, puntualiza.

Asimismo, destaca que la excepción ibérica ha sido un «mecanismo de éxito» pero advierte que ahora la agenda pasa por «seguir ahondando en la aceleración de renovables, ampliar las interconexiones, seguir reduciendo la demanda, fomentar el ahorro energético y el debate en torno al mercado marginalista suscitado en Europa».

La portavoz económica del PNV en la Cámara Baja insiste en que la excepción ibérica, “con sus pros y sus contras”, ha conseguido reducir la factura de los consumidores: “No es tanto que vayamos a conseguir los precios anteriores a la crisis, pero sí que hemos conseguido que no aumentaran tanto como en Europa”.

Hay medidas que se han quedado cortas

Sagastizabal reconoce el valor de las medidas aprobadas por el Gobierno durante la crisis energética, pero cree que no han sido suficientes y que existen cuestiones pendientes de resolver, especialmente en materia industrial: «Los decretos han posibilitado algunas medidas que han estado bien: la reducción de peajes, de cargos, ayudas a las intensivas… Pero en algunos casos se han quedado un poco cortas».

Las ayudas a las electrointensivas, la cogeneración, la exclusión de sectores en los últimos decretos o la denegación de avales para producir bienes en el exterior son, a su juicio, la otra cara de la moneda. También la falta de diálogo con un sector al que, defiende, es necesario acompañar.

(Este artículo forma parte de una conversación sobre política energética. En la segunda parte, la diputada analizará las carencias de las medidas aprobadas por el Gobierno, los retos de que supone la descarbonización y las posibilidades y riesgos de una nueva Ley de Industria).

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