Por un Parlamento útil

Rafael Simancas, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales, realiza un balance de la XV Legislatura en el plano normativo y profundiza en los retos de un Parlamento fragmentado con distintas fuerzas políticas que llaman a acordar cada paso para legislar.

La fragmentación en la representación política de la ciudadanía no es la excepción en las democracias del mundo, ni una rareza. De hecho, es lo más habitual, también aquí, en el Congreso, en los parlamentos autonómicos o en los ayuntamientos.

Por eso, llaman la atención esos análisis frecuentes que tachan la fragmentación de nuestro Congreso de los Diputados como si de un defecto se tratara, como una anormalidad de nuestro sistema político, como una tara o una enfermedad de nuestra democracia. Una supuesta tara que convertiría al Congreso en una institución enferma, a la legislatura en un proyecto inviable y al Gobierno en algo insostenible.

Llaman la atención esos análisis frecuentes que tachan la fragmentación de nuestro Congreso de los Diputados como si de un defecto se tratara

En realidad, se trata de una lectura de la realidad tan falsa como interesada. Esta lectura forma parte del relato de quienes pretenden deslegitimar al Gobierno legítimo que han elegido los representantes de los españoles en su Parlamento, un Parlamento tan fragmentado como inequívocamente democrático.

Pluralidad de ideas

Contamos con un Congreso integrado por nueve Grupos Parlamentarios y más de una veintena de formaciones políticas distintas, reflejo de la pluralidad de ideas y opciones políticas de la sociedad española. Las fuerzas que componen el Gobierno cuentan de entrada con 147 diputados de 350, por lo que cada iniciativa gubernamental requiere de apoyos externos constantes.

Se trata de una realidad parlamentaria compleja, difícil de gestionar, pero es la que la ciudadanía española ha elegido y la responsabilidad del Gobierno y de cada parlamentario electo pasa por respetar esa voluntad democrática y cumplir su cometido atendiendo al interés general. ¿Cómo? Inevitablemente, mediante el diálogo, el entendimiento y el acuerdo entre diferentes, para aprobar leyes, ejercer el control, impulsar iniciativas o hacer nombramientos.

Esto es lo que se hizo con éxito razonable durante la pasada Legislatura XIV, con una representación política tan fragmentada como la presente. Se aprobaron 215 leyes, nada menos, algunas tan complejas y relevantes como la Ley frente al cambio climático, la Ley del derecho a la eutanasia, la Ley de la reforma laboral, las leyes educativas.

En la Legislatura XIV, con una representación política tan fragmentada como la presente, se aprobaron leyes tan complejas y relevantes como la Ley frente al cambio climático o la Ley del derecho a la eutanasia

Frente a la imagen falseada que algunos intentan promover, esta Legislatura XV lleva el mismo camino de ejercicio eficiente de la responsabilidad en el Parlamento. De hecho, en apenas un año se han llevado al BOE ya 12 normas de rango legal, 6 Reales Decretos Leyes convalidados y 6 Proyectos o Proposiciones de Ley. Hasta 17 leyes han sido aprobadas en el Congreso fragmentado, de las que 5 están tramitándose aún en el Senado.

Y no han sido leyes fáciles o intrascendentes, precisamente: la Ley de Amnistía, la Ley de Paridad, la Ley de Enseñanzas Artísticas, el Decreto-ley de ayudas sociales ante las consecuencias de la guerra de Ucrania, el Decreto-ley de suspensión de desahucios hipotecarios… Todas ellas han requerido de amplios acuerdos para su aprobación.

Un dato significativo. La última ley aprobada en el Congreso de los Diputados, el martes 17 de septiembre, lo fue por unanimidad, ni un voto en contra, ni una abstención: el Proyecto de Ley de intercambio de información sobre antecedentes penales y resoluciones judiciales en la Unión Europea.

Acuerdos de gran alcance

Pese a lo que se pretende vender como legislatura imposible, en este primer año de mandato se han alcanzado algunos acuerdos de gran alcance. En esta legislatura se ha aprobado la tercera reforma de la Constitución Española desde 1978, para dignificar el trato a las personas con discapacidad en nuestra Carta Magna. En esta legislatura se ha renovado, por fin, el gobierno del Poder Judicial, tras más de cinco años de bloqueo. Y en esta legislatura se ha pactado el tratamiento y los cuidados a los enfermos de ELA, una demanda justa y una consecución muy celebrada.

Pese a lo que se pretende vender como legislatura imposible, en este primer año de mandato se han alcanzado algunos acuerdos de gran alcance

Por delante tenemos el reto de acordar y aprobar varios paquetes legislativos de gran importancia para avanzar en prosperidad, justicia social, modernización y conquista de derechos:

Por delante tenemos el reto de acordar y aprobar varios paquetes legislativos de gran importancia para avanzar en prosperidad, justicia social, modernización y conquista de derechos

Un paquete de actualización fiscal y financiera, como la Ley de Tributación Mínima de Multinacionales y la Ley de la Autoridad para la Defensa del Cliente Financiero. Otro paquete legislativo para el impulso de la cultura, como la Ley del Cine y la Ley que regula los derechos de autor. La nueva Ley de la Función Pública. Las leyes que mejoran las condiciones laborales de bomberos y agentes forestales…

También dicen que el Gobierno pierde votación tras votación en el Congreso. Forma parte del juego democrático normalizado que los gobiernos no siempre ganen todas las votaciones, pero la realidad es que este Gobierno en minoría parlamentaria saca adelante la gran mayoría de ellas. En lo que va de Legislatura XV, el Gobierno ha ganado su posición en 511 de las 541 votaciones de Pleno celebradas hasta ahora en la Cámara Baja.

Necesidades y retos de la sociedad

En definitiva, un Parlamento fragmentado en la representación política de la ciudadanía no es necesariamente un Parlamento inútil. Lo estamos demostrando semana tras semana.

España vive un buen momento. Nuestra economía crece, el empleo bate récords, la cohesión social se consolida, la cohesión territorial cierra viejos conflictos.

Apostemos por un Parlamento más útil aún. Que apueste por las iniciativas de interés general, en lugar de los buloescándalos sucesivos y estériles. Que fomente el diálogo y el acuerdo, en lugar de la crispación y la polarización. Que atienda las necesidades y retos de la sociedad española, por encima de las ansiedades de algunos por alcanzar el poder cuanto antes y a toda costa.

No vamos a cejar en el empeño.

SOBRE LA FIRMA
Rafael Simancas es secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales y diputado por Madrid en el Congreso desde 2008. Simancas es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Complutense de Madrid y ha ejercido como Profesor Asociado en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
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