Amnistías fuera de nuestras fronteras: los casos de Portugal, Francia, Italia y Alemania

Demócrata realiza un recorrido sobre las amnistías aprobadas en cuatro países europeos durante el último siglo

Detalle de las banderas de los países miembros de la Unión Europea en el exterior del Parlamento Europeo, institución parlamentaria que en la Unión Europea representa a los ciudadanos europeos y ejerce el Poder legislativo | Europa Press

PORTUGAL

En Portugal la propia Constitución reconoce la capacidad de conceder amnistías. Su artículo 161 establece que compete a la Asamblea de la República conceder amnistías y perdones genéricos.

Tres amnistías se han concedido en los últimos 50 años. La última, este mismo año, con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), durante la visita del Papa Francisco este pasado mes de agosto.

Dos meses antes, en junio, la Asamblea de la República aprobó una ley para amnistiar a todos los jóvenes entre 16 y 30 años por los delitos y faltas leves que hubieran cometido hasta el 19 de junio.

Para encontrar otra amnistía hay que remontarse al 1 de marzo de 1996, cuando la Asamblea amnistió a Saraiva de Carvalho, uno de los héroes de la “Revolución de los Claveles”, y a sus seguidores, por la condena a 18 años de cárcel que les fue impuesta por dirigir y participar en el grupo terrorista FP-25 a principios de los años 80.

Precisamente, la Revolución de los Claveles y, consecuentemente, el cambio de régimen en Portugal, dio pie a otra amnistía, aprobada en 1979. Entonces la Ley de Amnistía Político Militar, amnistió las infracciones criminales y disciplinarias de naturaleza político, incluyendo las sujetas al fuero militar, cometidas tras la Revolución de 25 de abril de 1974.

FRANCIA

La Constitución vigente de la V República, establece que la amnistía sólo puede concederse por ley. El presidente de la República tiene la prerrogativa del indulto individual. Desde 1959 y hasta 2002, el presidente de la República instaba a la Asamblea a aprobar una ley de amnistía, para delitos y faltas leves, una vez que inauguraba mandato, como medida de gracia.

El 5 de enero de 1951, una ley concedió la amnistía a los colaboracionistas con el régimen nazi menores de 21 años y que hubieran sido condenados a penas inferiores a 15 años de cárcel, así como otros casos por delitos menores cometidos durante la II Guerra Mundial.

Dos años después, el 24 de julio de 1953, la Asamblea Francesa aprobó una nueva ley de amnistía mucho más amplia de la que se beneficiaron la gran mayoría de las personas por delitos cometidos durante la II Guerra Mundial.

Quedaron excluidos los condenados por exponer a torturas, deportación o muerte a otras personas y también los condenados por colaborar con el ejército, la policía o los servicios de espionaje enemigos.

Entre 1964 y 1968, la Asamblea Nacional aprobó tres leyes de amnistía con el fin de restaurar la unidad nacional tras la Guerra de Argelia. Estas tres leyes fueron completadas por un Decreto de gracia presidencial, de manera que de las 3.662 personas que se beneficiaron en total, 1.196 lo fueron por indulto individual del presidente de la República. (Charles de Gaulle).

También se aprobó una Ley de amnistía para los delitos cometidos durante los disturbios de Mayo de 1968.

En 1982, la Asamblea de la República aprobó la última ley de amnistía para beneficiar a los últimos condenados por la Guerra de Argelia a iniciativa del presidente de la República, François Miterrand.

La Asamblea Francesa aprobó el 10 de enero de 1990 una nueva amnistía, esta para los delitos cometidos antes de agosto de 1988, de tipo político, social o económico, relacionados con las revueltas protagonizadas por los independentistas del Frente Socialista de Liberación Nacional Canaco de Nueva Caledonia. Se excluyeron los delitos de sangre.

La última amnistía registrada se aprobó el 6 de agosto de 2002 para delitos con condenas inferiores a 10 años de cárcel relativos a conflictos sindicales, industriales, comerciales…

ITALIA

En Italia la Constitución establece que la amnistía sólo puede ser otorgada por una ley que debe ser aprobada por mayoría de dos tercios de cada una de las dos Cámaras que integran el Parlamento italiano, en una votación, artículo por artículo, y con una votación final de todo el texto, también por dos tercios de cada Cámara.

Al concluir la II Guerra Mundial Italia aprobó una amnistía para delitos políticos, militares y comunes derivados del conflicto. Esta primera amnistía, aprobada el 22 de junio de 1946, se llevó a cabo por Decreto presidencial.

Tres años más tarde, el 26 de agosto de 1949, se aprobó una amnistía que benefició a los condenados por delitos electorales, que sería ampliada el 19 de diciembre de 1953 por los mismos delitos.

El 4 de junio de 1966 se aprobó una amnistía para delitos leves con pena inferior a tres años de cárcel.

A todo esto hay que sumarle el elevado número de amnistías fiscales promulgadas en los últimos años.

ALEMANIA

La Constitución alemana (Ley Fundamental de Bonn de 1949) no se refiere en ningún artículo a la amnistía

De hecho, en 1949 y 1954 el Bundestag aprobó dos leyes que no se llamaron ‘de amnistía’, sino de impunidad, pero que actuaron como tal para todos aquellos que, sin ser criminales de guerra, habían cometido delitos durante el nazismo.

Otras dos leyes de amnistía se aprobaron en 1968 y en 1970 para completar las dos reformas que se hicieron al Código Penal en esos años. 

Las reformas del Código Penal tenían el objetivo de adaptar al ordenamiento penal las nuevas tendencias doctrinales en política criminal, sobre todo en lo relativo a la duración de las penas privativas de libertad. 

También se destipificaron delitos, como por ejemplo la homosexualidad, y las amnistías tuvieron el objetivo de condonar las penas de quienes estaban condenados por delitos que ya no lo eran. Finalmente, en septiembre de 2009 se promulgó una ley de rehabilitación que “amnistió” a quienes los nazis habían condenado por traidores.

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