Brecha salarial en los asistentes parlamentarios: las mujeres son mayoría, pero concentran los sueldos más bajos

La distribución salarial del personal eventual al servicio de los diputados deja a las mujeres con un sueldo mediano un 20% inferior al de los hombres. La brecha supera el 30% en el caso del Senado

Información actualizada el 8 de marzo de 2024

El Estatuto del personal de las Cortes define al personal eventual, lo que popularmente se conoce como asesores, como personal “para la asistencia directa y de confianza”. Así de parca e indeterminada es la regulación de la categoría laboral de quienes trabajan en las Cámaras a propuesta de sus señorías o de los grupos parlamentarios y a cargo de los presupuestos del Congreso o del Senado. A la hora de elegir a esos empleados, de forma general se apuesta más por mujeres que por hombres (ellas son el 54% de las contrataciones en la Cámara Baja y el 60% en la Alta).

Más allá de su identidad, las instituciones proveen poca información adicional al margen de la categoría de cada uno de estos asistentes. Cuál es su trayectoria o qué funciones desempeñan es algo que no es público, como tampoco lo eran sus retribuciones, hasta que este diario las ha dado a conocer. Del análisis de los datos de más de 360 empleados se extrae otra certeza del sistema de eventuales: en las dos Cámaras existe brecha salarial de género. En lo que al personal al servicio de los grupos se refiere, el sueldo mediano de las mujeres es un 20% inferior al de los hombres en el Congreso, desequilibrio que se agranda otros diez puntos en el caso del Senado, según demuestra el trabajo de Demócrata.

De media, el salario del conjunto de las eventuales ronda los 40.000 euros anuales en la Cámara Baja, similar al de los casi 40.950 de sus congéneres en la Cámara Alta. Frente a ellas, sus homólogos hombres perciben de media 43.400 y rozan los 45.800 en el Senado. No obstante, esa medida, la media, no es la mejor para obtener una radiografía fiel de cómo se reparten los salarios de estos trabajadores en las Cortes.

¿POR QUÉ SALARIO MEDIANO EN LUGAR DE MEDIO?

Dice el chiste que si una persona se como dos pollos y otra ninguno, la media aritmética dirá que se ha comido uno cada uno. Algo así es lo que sucede con distribuciones como las de la renta o los sueldos dentro de una población o conjunto de personas. En el momento en el que hay valores muy diferentes (por ejemplo, mucha dispersión entre salarios), hay otras medidas más adecuadas para contextualizar, como la mediana.

Para obtener la mediana de un conjunto de datos, estos se ordenan de menor a mayor. En el caso de las retribuciones del personal eventual de cada Cámara analizado en esta información, el salario mediano indica que la mitad de las personas tiene un sueldo anual igual o inferior a esa cantidad y que la otra mitad la iguala o la supera. A este respecto, la realidad del Grupo Parlamentario de Vox en el Congreso es muy ilustrativa.
En el equipo que asiste a la bancada del partido liderado por Santiago Abascal hay 16 hombres, con salarios entre 31.778 y 63.557 euros. La media determina que a cada uno le corresponderían 43.200 euros. Si se va a los datos individuales, la realidad es que seis de ellos no llegan a 32.000 euros, mientras que los otros diez se mueven en una horquilla entre 47.668 y algo más de 63.500 euros.

La mediana, sin ser tampoco una medida perfecta, sí devuelve una aproximación más realista: 47.668 euros. Es decir, nos indica que al menos la mitad de estas personas tiene una nómina anual igual o superior a dicha cifra y la otra mitad la iguala o queda por debajo (la realidad es que casi dos tercios de los asistentes en Vox iguala o está por encima del salario mediano, mientras que el otro tercio no lo alcanza).

La brecha salarial va por colores

Si en lugar de las retribuciones medias se comparan las medianas, los asesores de sexo masculino en el Congreso están en 39.725 euros frente a los 31.780 de las asesoras (-20%), por 44.750 y 31.132 euros respectivamente en el Senado (-30,4%). En ambos casos se excluye para el análisis la masa salarial del personal al servicio de los miembros de las Mesas por no disponer de datos completos. [Ver la metodología al final de esta información].

Los números anteriores no permiten afirmar que entre el personal eventual de las dos Cámaras las mujeres cobren menos por hacer el mismo trabajo, entre otras cosas porque para eso deberían conocerse también las funciones o categorías laborales de cada persona. Lo único que se publica en el Boletín Oficial de las Cortes Generales junto a la identidad de cada asistente o asesor es una categoría retributiva.

Al margen del personal al servicio de los miembros de la Mesa, en el Congreso hay 31 personas a las que los grupos les han concedido la remuneración más alta, la de la categoría de asesor o asesora (63.557 euros anuales). De todas ellas, la gran mayoría están contratadas a propuesta del PP y solo dos por petición del PSOE. En total, solo una cuarta parte de quienes están mejor retribuidos son mujeres, pese a que estas representan a más de la mitad de la plantilla de eventuales en la Cámara Baja.

En el otro extremo, casi siete de cada diez (68%) de las contratadas como eventuales no llega a los 40.000 euros, una situación en la que se encuentran poco más de la mitad (56%) de los hombres.

Así, la brecha salarial obedece en su gran mayoría a cómo se reparte la masa salarial dentro de cada grupo (cómo se asignan los sueldos) y a las diferencias entre grupos. A modo de resumen, se puede afirmar que, si eres mujer, probablemente estés mejor pagada si quien te propone a cargo de los presupuestos del Congreso es un grupo de la parte derecha del arco parlamentario (PP o Vox) o uno de los nacionalistas (a excepción de EH Bildu).

Al mismo tiempo, también hay más opciones de que aun estando mejor pagada que en el PSOE o Sumar, si eres fémina y trabajas para las bancadas de los populares o de Vox, te encuentres con que tus colegas varones tengan un salario anual superior al tuyo (esto no sucede en el Grupo Socialista o en el Plurinacional de Sumar).

El dilema: más recursos humanos o mejores salarios

Entender el funcionamiento del sistema retributivo de las Cámaras ayuda a comprender las diferencias de percepciones económicas entre los diferentes grupos. La Mesa de cada Cámara acuerda, normalmente al comienzo de la legislatura, el número de eventuales con los que se puede contar en cada momento. En el caso de los grupos parlamentarios se sigue un criterio proporcional, con algunas correcciones, entre el número de parlamentarios y el número de asistentes: a más diputados o senadores, mayor número de personal para ese grupo.

El Congreso organiza su tabla de emolumentos en torno a la figura salarial del asistente, con una asignación asociada de 31.7787 euros brutos anuales. A partir de ahí, a cada grupo se le asigna una cuota de asistentes y cada bancada decide si contrata tantas personas como plazas de asistentes tiene (con salarios que no alcanzan los 32.000 euros) o si, por el contrario, cuentan con menos gente, pero mejor pagada. Para esto último los grupos pueden reconvertir o canjear puestos de asistentes para disponer plazas con otras categorías retributivas (a costa de reducir el número de personas que pueden contratar).

De forma análoga, el Senado se rige por módulos como unidad de su sistema de retribuciones. El módulo está fijado en estos momentos en 31.132 euros brutos anuales. Un asistente del Senado equivale a un módulo y a partir de ahí, cada grupo puede canjear parte de su cuota de módulos en puestos de trabajo de asistentes mejor pagados que el asistente raso.

El salario a percibir por cada trabajador depende de la categoría retributiva que le asigne la persona o grupo que le haya nombrado dentro de las tablas que tienen estipuladas las Cámaras. Así, el caso paradigmático en el Congreso de optimización de recursos humanos disponibles se encuentra en Sumar, donde su cuota asignada de 32 asistentes (26 para el grupo y otros seis por las comisiones que presiden) se traduce en otras tantas personas contratadas. La plantilla de eventuales a disposición de los de Yolanda Díaz la componen 19 hombres y 13 mujeres, todos con el mismo salario (el más bajo, el de asistente base).

En el extremo opuesto se encuentra el Grupo Parlamentario de EH Bildu. Los independentistas vascos, con derecho a 6 asesores (uno por cada diputado), han decidido nombrar a tres hombres, todos con la categoría retributiva de asesor, que duplica el sueldo de un asistente raso (63.557 €/año).

Las brechas en PP y Vox

El dilema entre más pares de manos o nóminas más altas en el Grupo Popular se ha resuelto apostando por la segunda opción. La dirección de los populares en el Congreso, con derecho a un máximo de 137 asistentes, ha designado hasta ahora a 69 eventuales (el PP tiene una quinta parte de su cuota sin gastar). Su masa salarial en estos momentos equivale a la de 110 asistentes. Por sexos, el salario mediano de las empleadas es de 47.668 euros frente a los 55.612 €/año de los varones (ellos perciben un 14,3% más).

Esa brecha retributiva escala al 25% si se añaden las personas que trabajan para las presidencias de comisiones. Las señorías al frente de una comisión tienen derecho a proponer un nombre para labores de asistencia. Su sueldo viene predeterminado y es el más bajo del escalafón: el de asistente. Desde las nueve presidencias que ostentan los populares en esta legislatura solo se han elegido mujeres para estos puestos.

En total, algo la mitad de las empleadas al servicio de parlamentarios del PP no llegan a los 40.000 euros (su salario mediano es de 39.723), mientras que la proporción de empleados en esa situación no llega al 20%. En el extremo opuesto, a casi la mitad (46%) de los hombres se les ha contratado con el sueldo máximo, el de asesor, situación que solo se da para el 14% de sus compañeras.

La bancada de Vox, donde nadie preside una comisión, presenta la segunda mayor diferencia salarial entre sexos. El salario mediano para ellos es de 47.668 euros, mientras que la percepción mediana de sus compañeras roza los 40.000 (39.723 €, una brecha del 16,7%).

PSOE: retribuciones más bajas, pero más igualitarias

La masa salarial del personal que, con cargo al erario, asiste al Grupo Socialista en el Congreso equivale a la de 92 asistentes (la cuota máxima es de 114, tras haber cedido seis a ERC al principio de la legislatura y la salida de José Luis Ábalos al Grupo Mixto). En total, la plantilla para labores de apoyo a los legisladores socialistas ascendía a 79 personas, superior a la del PP, a fecha del análisis realizado por este medio.

El salario mediano de los eventuales al servicio del grupo del PSOE es de 31.778 euros para ambos sexos. De forma más precisa, la mitad de los varones tiene asignada esa cuantía anual, mientras que en el caso de las mujeres la cantidad de quienes están contratadas por el salario de asistente raso es del 61% (sube al 68% si se incluye al personal al servicio de las presidencias de comisión).

Por el lado de los grupos independentistas, tanto en Junts como en el PNV los nombres propuestos para asesoría o asistencia al grupo son todos de mujeres. Además, en ambas formaciones han decidido elevar las percepciones salariales, de forma que todas ellas igualan o superan los 47.668 euros/año (categoría de asistente técnico). Esa misma cantidad es la del salario mediano en ERC, donde no hay diferencias por sexos.

Las tornas se invierten en el Senado

Como sucede en el Congreso, en el Senado la brecha salarial obedece a cómo se reparten los sueldos dentro de cada grupo y a las diferencias que hay entre las diferentes bancadas, sobre todo esto último. En el caso del PP, que goza de mayoría absoluta y por tanto de más módulos para contratar, apenas un cuarto de sus eventuales tiene asignado lo que podría denominarse salario base, el de asistente (31.132 euros brutos anuales), mientras que alcanza al 70% de quienes han sido propuestos por el Grupo Socialista.

Otra particularidad del Senado respecto a la Cámara Baja que ayuda a explicar por qué la brecha salarial en el primer caso supera el 30% es la configuración por sexos de la plantilla en cada uno de los dos principales grupos. En el Popular, las mujeres son un tercio, mientras que en el del PSOE en el Senado ellas son el 80% del equipo de eventuales. Apenas tres de las 21 empleadas para los socialistas superan los 40.000 euros, situación que contrasta con la de las féminas al servicio del grupo del PP en la Cámara Alta, donde solo una de las diez eventuales está en la categoría base, la de asistente (las demás se sitúan por encima de los 46.600 euros).

Entre quienes trabajan para el PP, se da la situación inusual de que el salario mediano de los hombres es de casi 50.600 euros por los 54.480€ que perciben ellas (un 7,7% más). Entre los empleados designados por el PSOE, al contrario de lo que sucedía en el Congreso, sí existe brecha salarial: la percepción mediana de ellas es de 31.182 euros frente a los 35.024 de sus colegas varones (una diferencia del 11%).

METODOLOGÍA: ASÍ SE HIZO ESTA INFORMACIÓN

Para generar el dataset utilizado en esta información se han utilizado los datos de retribuciones económicas que percibe el personal eventual, los popularmente conocidos como asesores, al servicio de sus señorías en el Congreso y el Senado con cargo a los presupuestos de ambas instituciones. La información proviene de diferentes solicitudes de acceso a información pública dirigidas por este diario a las dos Cámaras. Los datos retributivos del Senado son a fecha de 27 de febrero de 2024 y los del Congreso, a 7 de febrero de este mismo año.

Los datos de sexo, el grupo para el que trabaja cada persona y su categoría salarial se han obtenido de la recopilación sistemática de los actos de nombramiento y cese que tanto el Congreso como el Senado publican en el Boletín Oficial de las Cortes Generales. Demócrata consulta de forma periódica y extrae de forma automatizada la información cada vez que se produce un nombramiento o cese. 

Toda esta información se encuentra centralizada, disponible para su consulta y en actualización permanente en nuestro especial  Quién es quién: asesores parlamentarios. El proyecto ofrece un repositorio de todo el personal eventual en vigor o que ha pasado alguna de las Cámaras desde el comienzo de la XV Legislatura (17 de agosto de 2023).

Para analizar la estructura salarial del sistema de eventuales al servicio de diputados y senadores se ha contabilizado a todas aquellas personas con nombramiento en vigor publicado en el Boletín Oficial de las Cortes  hasta el 8 de marzo de 2024. Se ha excluido al personal al servicio de los miembros de las Mesas de cada una de las Cámaras para este trabajo al no disponer de sus percepciones económicas en todos los casos.

En el cómputo de las distribuciones salariales y las segmentaciones por sexo y grupos en el Congreso se incluyen todos los eventuales contratados por la Cámara Baja a petición de la dirección de los grupos parlamentarios, así como a aquellos designados por las presidencias de cada comisión. En el caso del Senado, se han considerado todos aquellos empleados por la Cámara Alta a petición de la dirección de los grupos, de los tres expresidentes del Senado que mantienen escaño (Pío García-Escudero, Manuel Cruz y Ander Gil), así como a quienes prestan asistencia especializada al senador por Castilla-La Mancha y enfermo de ELA, Juan Ramón Amores García.

El cálculo del salario mediano y las distribuciones de sueldos desagregadas a nivel de grupo parlamentario se han hecho para aquellas bancadas con una plantilla de eventuales de al menos 10 personas (PP, PSOE, Vox, Sumar y ERC en el Congreso y PP y PSOE en el Senado).

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