QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
Naciones Unidas ha lanzado este lunes un nuevo llamamiento para reunir 33.000 millones de dólares (en torno a 28.325 millones de euros) con el fin de financiar operaciones de respuesta humanitaria en todo el mundo durante 2026, una cantidad que equivale aproximadamente a la mitad de lo que se solicitó para 2025, en un contexto marcado por fuertes recortes en la financiación de los donantes y por unas necesidades internacionales en aumento.
Según ha detallado la ONU, de esa cifra total, 23.000 millones de dólares (unos 19.742 millones de euros) se consideran esenciales para atender a 87 millones de personas en situación de especial vulnerabilidad. El organismo calcula que hay 239 millones de personas que requieren algún tipo de ayuda, de las cuales 135 millones quedarían cubiertas si se logra completar el llamamiento financiero.
El mayor plan de respuesta individual se dirige a los Territorios Palestinos Ocupados, donde se precisan 4.100 millones de dólares (alrededor de 3.520 millones de euros) para asistir a tres millones de personas. En el caso de Sudán, escenario de la mayor crisis de desplazamiento del planeta, se reclaman 2.900 millones de dólares (unos 2.490 millones de euros) para apoyar a 20 millones de personas. El principal plan de carácter regional se centra en Siria, con una petición de 2.800 millones de dólares (aproximadamente 2.403 millones de euros) destinada a respaldar a 8,6 millones de personas.
«Este llamamiento establece dónde debemos enfocar nuestra energía colectiva primero: vida a vida», ha afirmado el jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, subrayando que esta solicitud de fondos «se fundamenta en la reforma, las pruebas y la eficiencia», en un momento en el que el organismo trata de compensar los recortes presupuestarios recientes.
«Estamos traspasando competencias a las organizaciones locales, poniendo más dinero directamente en manos de quienes lo necesitan y, tras todo esto, estamos renovando y reimaginando la acción humanitaria con idealismo, humildad y esperanza», ha añadido durante la presentación del Panorama Humanitario Global 2026.
Naciones Unidas ha remarcado que este llamamiento se produce cuando los programas humanitarios atraviesan una presión extrema a escala global tras los «brutales» recortes de fondos. En 2025 solo se recibieron 12.000 millones de dólares (unos 10.300 millones de euros), la cifra más baja de los últimos diez años, lo que se tradujo en que 25 millones de personas menos se beneficiaran de estas intervenciones respecto a 2024.
El organismo ha explicado que las consecuencias «fueron inmediatas»: se registró un repunte del hambre, una mayor tensión sobre los sistemas sanitarios, retrocesos en el acceso a la educación y más dificultades para que millones de personas pudieran disponer de refugio, asistencia en efectivo y servicios básicos para cubrir sus necesidades esenciales.
La ONU ha recordado además que, en paralelo a esta caída de la financiación, 320 trabajadores humanitarios, en su mayoría personal local, perdieron la vida en ataques en diversos conflictos internacionales. Ante esta situación, ha instado a los Estados a aumentar su contribución y a emplear su peso diplomático para reforzar la protección de la población civil, incluidos los equipos humanitarios sobre el terreno.
PIDE UN PASO AL FRENTE DE LOS DONANTES
Fletcher ha señalado que los recortes han tenido un impacto devastador en numerosos contextos, con un deterioro acusado de la situación humanitaria en varias zonas, «incluidas hambrunas en partes de Sudán y Gaza». Ha recordado que «los programas de protección de mujeres y niñas se recortaron drásticamente, cientos de organizaciones de ayuda cerraron», lo que ha dejado a muchas comunidades sin apoyo.
En esta línea, ha hecho hincapié en que el personal humanitario se encuentra «sobrecargado, poco financiado y bajo ataque». «Solo el 20 por ciento de nuestros llamamientos son apoyados, mientras conducimos las ambulancias hacia los incendios en su nombre», ha denunciado. «Ahora se nos pide también que apaguemos el fuego, pero no hay agua suficiente en el depósito y encima disparan contra nosotros», ha añadido, describiendo el nivel de riesgo y de presión al que están sometidos.
El responsable de Asuntos Humanitarios de la ONU ha avanzado que, en los próximos meses, hará público un balance con «las cantidades comprometidas» por los Estados miembro. «Responderé a una pregunta sencilla: ¿Los gobiernos estuvieron a la altura? La respuesta definirá quién vive y quién se cae entre las grietas», ha advertido, aludiendo a las vidas que podrían perderse si no se logra cerrar la brecha de financiación.
«Este es un tiempo de brutalidad, impunidad e indiferencia», ha lamentado Fletcher. «Seguiremos haciendo nuestra parte, pero necesitamos que otros hagan la suya», ha manifestado. «Si el mundo pudo gastar 2,7 billones de dólares (aproximadamente 2,1 billones de euros) en defensa el año pasado, ¿no podría destinar poco más del uno por ciento de esa cantidad a ayudar a los más vulnerables?», se ha preguntado.
«La inacción revela una cruda realidad: este no es un problema de recursos, sino un problema de prioridades», ha concluido, insistiendo en que «2026 debe ser el año en que la humanidad elija la solidaridad por encima de la indiferencia», dado que «millones de vidas dependen de ello».
