La vuelta al Congreso del proyecto de ley de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario amenaza con nuevas derrotas parlamentarias.
A la casi segura exclusión del lobo de la lista de especies protegidas al norte del Duero –Junts y PNV avalan la enmienda del PP—y la retribución para centrales de cogeneración con vida útil caducada –no sólo Junts, sino también ERC promueve el cambio–, se le une una enmienda que ataca una de sus legislaciones estrella, la reforma laboral de 2021.
Junts está dispuesto a apoyar la enmienda del PP que facilita la contratación temporal en el campo, y que además de asegurar el empleo de estos contratos en campañas de temporada, amplía el margen de las empresas para ello, hasta los 120 días al año.
Fuentes de este grupo en el Congreso confirman a Demócrata su intención de consolidar esta enmienda, al entender que son necesarias mayores garantías para las empresas del sector agroalimentario en sus campañas, y un mayor margen para recurrir a la contratación temporal.
Altera la filosofía de la reforma laboral
La norma que la vicepresidenta de Trabajo, Yolanda Díaz, pactó con los sindicatos CCOO y UGT y las patronales CEOE y Cepyme consolidó el contrato indefinido como fórmula habitual de contratación, limitando las posibilidades de contratar de forma temporal, por ser fuente de precariedad e inestabilidad en el trabajo.
La filosofía fue especialmente contestada por el empresariado del sector agrario, que justifica las circunstancias propias de su actividad como un elemento de distinción que necesita de esta fórmula contractual.
En todo caso, la reforma ya deja espacio para formalizar contratos temporales ante determinadas circunstancias de la producción. Por ejemplo, ante un incremento imprevisible de la actividad –con un máximo de seis meses—pero también ante situaciones ocasionales y previsibles, en cuyo caso las empresas sólo podrían utilizar este contrato un máximo de 90 días.
Y es justamente en esta última disposición donde el PP decidió especificar que las campañas agrarias entrarían dentro de estos supuestos, con una enmienda en la Ley de Desperdicio Alimentario aprobada en el Congreso con el voto de Vox y Junts, y la abstención de PNV.
Según alega el sector agrícola, el margen que da la reforma no basta y a la hora de examinar contratos la Inspección de Trabajo exige la contratación de temporeros como fijos-discontinuos, asegurando así la contratación indefinida de trabajadores.
En el Senado los ‘populares’ decidieron llevar más lejos su apuesta, planteando que todas las empresas agroalimentarias puedan recurrir a la contratación temporal para cubrir sus campañas de temporada y que, además, tengan un mayor margen que el resto de sectores.
El texto remitido de vuelta al Congreso amplía el tope máximo de 90 días que la reforma laboral dejó como límite para recurrir a estos contratos temporales ante determinadas circunstancias de producción, y fija este máximo en 120 días para explotaciones y empresas del sector agroalimentario.
La propuesta permitiría recurrir al contrato temporal para cubrir campañas de temporada en el sector agrícola, ganadero, forestal y la industria asociada a estos sectores, tal y como especifica la enmienda aprobada por el Senado.
Gobierno en minoría, derrota segura
El cambio llega este jueves al Pleno del Congreso, que vota las enmiendas del Senado a la Ley de Desperdicio Alimentario. En total, unas cuarenta enmiendas impulsadas o amparadas por la mayoría absoluta del PP en la Cámara Alta.
El bloque de PP y Vox únicamente necesita a Junts o PNV para consolidar los cambios. Y, en el caso de la enmienda que altera la reforma laboral, los de Carles Puigdemont están dispuestos a avalar el cambio.