Urtasun creará la Dirección General de Derechos Culturales y se compromete a blindar las condiciones de los artistas y revisar la fiscalidad

El Ministro de Cultura ha desvelado sus líneas estratégicas ante la comisión del Congreso, entre las cuales se encuentra la protección de la propiedad intelectual en relación con la IA, elevar la financiación al 1% del PIB, la ansiada ley del Cine y una revisión de los museos para superar el marco colonial

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun (i), y el secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello (d), a su llegada a la Comisión de Cultura, en el Congreso de los Diputados, a 22 de enero de 2024, en Madrid (España). Fuente Eduardo Parra/ EuropaPress.

El ministro de Cultura, Ernest Urtasun (i), y el secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello (d), a su llegada a la Comisión de Cultura, en el Congreso de los Diputados, a 22 de enero de 2024, en Madrid (España). Fuente Eduardo Parra/ EuropaPress.

Una Cultura accesible a todos los estratos de la sociedad, de libre acceso y creación, que cuente con una financiación a la altura, que vertebre el territorio y afronte los retos actuales desde una perspectiva de género y verde. Esa es la visión que ha exhibido el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ante la comisión de Cultura, donde ha manifestado cuáles serán las líneas maestras de su hoja de ruta legislativa, entre las que se encuentran la ansiada ley del Cine, un amplio plan de derechos culturales y regulación de Inteligencia Artificial.

Urtasun ha comenzado afirmando que la Cultura no puede ser un lujo, por lo que para garantizar el ejercicio efectivo de los derechos culturales constituirá una Dirección General de Derechos Culturales cuyo principal propósito será elaborar un plan que hará las veces de marco desde el que se diseñarán todas las políticas públicas.

Este Plan de Derechos Culturales pivotará en torno a varios ejes estratégicos, como son la libertad de expresión y las condiciones dignas de los trabajadores del sector; la igualdad en lo que al derecho de acceso a la Cultura se refiere; el fortalecimiento de los lazos con la Educación; la vertebración territorial; y la evaluación y seguimiento.

No será hasta otoño de 2024 cuando se dibujen las bases del Plan. Urtasun ha anticipado que, primero, escuchará a especialistas y profesionales en el próximo encuentro del Foro Cultura y Ciudadanía, que tendrá lugar en Santiago de Compostela en el mes de octubre.

Financiación

El ministro de Cultura ha abundado en que se trata de un sector estratégico, no solo a nivel de PIB, puesto que su impacto va mucho más allá del mercado. En consecuencia, se ha comprometido a disponer de un presupuesto a la altura. Actualmente, la Cultura representa en torno al 0,7% del gasto público, y Urtasun pretende elevarlo al 1%. Este contrato interpelaría también a las administraciones locales y autonómicas.

Censura y condiciones laborales

Otra de las líneas de acción de la antecitada dirección general de derechos culturales será la lucha contra la censura. Este organismo acompañaría y defendería a las personas víctimas de censura. En este sentido, también se revisarán los protocolos existentes para elaborar un manual de buenas prácticas de contratación con las Administraciones Públicas.

Urtasun asegura que adaptará la legislación a las particularidades de los trabajadores de la Cultura, al tiempo que se revisará la fiscalidad.

Desde el Ministerio se han propuesto mejorar las condiciones de las personas trabajadoras de la Cultura. “Los índices de precariedad son inaceptables”, ha lamentado Urtasun, quien ha garantizado que a lo largo de la XV Legislatura se adaptará la legislación a las particularidades de los artistas para brindar unas condiciones dignas. Un buen punto de partida es el Estatuto del Artista, que el dirigente de Sumar espera desarrollar en los próximos dos años. Entre los nuevos retos figuran las cuestiones fiscales, la revisión de los gastos deducibles, lar particularidades de los autónomos, y la cobertura de desempleo y jubilación.

Inteligencia Artificial

La Inteligencia Artificial y su atropellado desarrollo ha impactado en varias esferas, siendo la Cultura una de ellas. Son muchos los retos que plantea, pero uno de los más acuciantes es el desafío a la propiedad intelectual. Urtasun ha anunciado la conversión de la subdirección general de la Propiedad Intelectual en la Oficina de Propiedad Intelectual, que se dotará de más recursos y tendrá rango de dirección general.

Se creará la Oficina de Propiedad Intelectual para proteger los derechos de los creadores en un contexto marcado por la Inteligencia Artificial.

El ministro dice que trabajará para que la IA sea una herramienta que “nos permita vivir mejor”, y para ello, ha citado tres aristas que abordará. La primera son las fuentes utilizadas por la IA para aprender. Esta herramienta procesa enormes cantidades de información y son necesarios los permisos de los propietarios. En consecuencia, apuesta por proteger la propiedad intelectual. En segundo lugar, exigirá que los algoritmos sean transparentes y auditables. Por último, urge a que los datos aportados por la IA sean accesibles, puesto que configuran un patrimonio común que no se debería poder privatizar.

Cine, ayudas y revisión de museos

Pese a que la ley del Cine se prevé que sea la primera que apruebe el Ministerio de Cultura en esta legislatura, Urtasun no ha profundizado en exceso en ella dado que el texto no presentará cambios importantes con respecto al articulado que decayó en su recta final por el adelanto electoral. Las modificaciones, ha dicho, se realizarán durante el trabajo de la ponencia y en comisión.

Sí que ha enumerado una serie de ayudas específicas al cómic y a la novela gráfica; a guiones cinematográficos por valor de 14 millones de euros a lo largo de 2023 a distribuir entre todas las comunidades autónomas; así como fondos para promocionar el sector del videojuego, el podcast. En relación al Cine, únicamente ha asegurado que se protegerá a productores independientes y dotaría de recursos económicos al cine español para su promoción.

Habrá ayudas para la traducción por valor de 400.000 euros, los Presupuestos Generales del Estado triplicarán la partida destinada a la traducción de obras para mejorar la visibilidad internacional de los libros españoles y se elaborará un plan para consolidar el aumento de lectores registrado durante la pandemia de coronavirus.

Urtasun ha señalado ante la comisión que prevé revisar el contenido de los museos para ofrecer una visión que supere el «marco colonial anclado en inercias de género o etnocéntricas». Así, se analizarán las colecciones de museos estatales, algo que a está en marcha en el Museo Nacional de Antropología o en el Museo de América donde, según sus palabras, «se trabaja en visibilizar y reconocer la perspectiva de las comunidades y la memoria de los pueblos de los que proceden los bienes expuestos».

El ministro prevé revisar el contenido de los museos para ofrecer una visión que supere el «marco colonial anclado en inercias de género o etnocéntricas».

Además de la ley del Cine, el Ministerio de Cultura ha adelantado una nueva Ley de Patrimonio y el desarrollo de la ley del Inaem. Esta última iniciativa atesorará un rol fundamental en la vertebración cultural de todo el territorio nacional, de manera que la Cultura llegue también a las zonas no urbanas o las más desfavorecidas. Habrá un programa que financiará actividades culturales, el acceso al Cine, la promoción de la lectura, bibliotecas públicas etc.

Jóvenes y mujeres

El ministro ha calificado al Bono Cultural como una de las políticas más importantes para el acceso a la Cultura de los Jóvenes y ha dicho que su objetivo es llegar a todos, puesto que hay jóvenes que aún no lo conocen.

En lo relativo a la perspectiva de género, ha asegurado que se potenciará el Observatorio de la Igualdad y se llevará a cabo un Plan de Igualdad concreto para la Cultura.

Por último, Urtasun ha insistido en que trabaja para que España, en concreto Barcelona, albergue la Conferencia Mundial de Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible de 2025 (Mondiacult). Ya se reunió en París con la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, y considera que las conversaciones van por buen camino.

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