QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
Un tribunal de Almería ha dictado una condena de cuatro meses de cárcel para un ciudadano marroquí, tras agredir a dos guardias civiles en la localidad de Níjar, según se informó el 3 de agosto. El incidente tuvo lugar cerca de una chabola en el área de San Isidro durante una operación de vigilancia rutinaria.
Según la sentencia, que fue accesible a través de Europa Press, los eventos se desencadenaron al mediodía, cuando los oficiales estaban realizando tareas de prevención del consumo de drogas en áreas de recreación y solicitaron al acusado su identificación en la calle Brasil.
El hombre inicialmente accedió a llevar a los agentes a su residencia para obtener su identificación, pero luego, «con la intención de ofender el principio de autoridad y menoscabar su integridad física», atacó a los guardias intentando escapar, lo que resultó en un altercado donde todos terminaron en el suelo y el acusado golpeó a los agentes hasta que fue sometido y esposado.
En el enfrentamiento, se dañaron las gafas de sol de los agentes y el reloj de uno de ellos. Este último sufrió lesiones menores que incluyeron una contusión en la rodilla izquierda y dolor en la rodilla derecha y un dedo, pero se recuperó en siete días sin impedimentos para trabajar, con un costo total de 180 euros en daños.
El otro agente reportó rasguños en el codo y antebrazo, una herida en la ceja izquierda y una contusión en la rodilla, que también sanó en una semana, dejando una cicatriz leve como secuela, y daños en sus gafas valorados en 150 euros.
El veredicto exige que el condenado pague 530 euros al primer agente y 2,000 euros al segundo, cubriendo días de curación, secuelas y daños materiales. Además, se le impusieron dos multas de cuatro días, con una tarifa diaria de cuatro euros, por lesiones leves. La sentencia de prisión se suspende por dos años, a condición de que no cometa más delitos en ese tiempo y pague las compensaciones establecidas.
AUGC ALERTA DE UN AUMENTO DE LAS AGRESIONES A GUARDIAS CIVILES
En este marco, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha destacado un «notorio aumento» de las agresiones a agentes en la región, especialmente durante el verano.
En los últimos diez días, la AUGC ha proporcionado asistencia legal a cuatro guardias civiles afectados por agresiones, con compensaciones que suman más de 3,000 euros.
En una declaración, la AUGC ha pedido un endurecimiento de las penas para estos delitos y que la Guardia Civil sea reconocida como «profesión de riesgo». También ha criticado la «falta de medios» para manejar situaciones de «agresividad extrema», como la necesidad de pistolas táser o cámaras corporales, lo que considera que compromete la seguridad tanto de los agentes como del público.
Además, la asociación ha señalado que las sentencias breves, como la de cuatro meses, y la posible insolvencia de los agresores, obligan a las víctimas a iniciar procedimientos administrativos para reclamar las indemnizaciones, lo que perpetúa y potencialmente incrementa estos ataques.
