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(Información remitida por la empresa firmante)
— Congreso EAN: Las pesadillas frecuentes triplican el riesgo de muerte prematura y aceleran el envejecimiento, según un importante estudio
HELSINKI, 23 de junio de 2025 /PRNewswire/ — Una nueva investigación, presentada hoy en el Congreso 2025 de la Academia Europea de Neurología (EAN), revela que las pesadillas frecuentes se asocian con un envejecimiento biológico significativamente acelerado y un riesgo de muerte prematura más de tres veces mayor. Este estudio es el primero en demostrar que las pesadillas predicen de forma independiente un envejecimiento biológico más rápido y una mortalidad más temprana, incluso después de considerar otros problemas de salud.
Dirigido por medio del doctor Abidemi Otaiku, del Instituto de Investigación de la Demencia del Reino Unido y el Imperial College de Londres, el estudio analizó datos de 2.429 niños de entre 8 y 10 años y 183.012 adultos de entre 26 y 86 años en seis cohortes poblacionales a largo plazo.
La frecuencia de pesadillas en adultos se autodeclaró al inicio del estudio, y los participantes fueron seguidos hasta por 19 años. En el caso de los niños, la frecuencia de pesadillas fue declarada por sus padres al inicio del estudio.
Los resultados mostraron que los adultos que reportaban pesadillas semanales tenían más del triple de probabilidades de morir prematuramente (antes de los 70 años) en comparación con aquellos que rara vez o nunca las experimentaban. Los niños y adultos con pesadillas más frecuentes también mostraron un envejecimiento biológico más rápido, lo que representó aproximadamente el 40% del mayor riesgo de mortalidad.
Cabe destacar que se descubrió que las pesadillas semanales son un vaticinador más sólido de muerte prematura que otros factores de riesgo establecidos, como el tabaquismo, la obesidad, la mala alimentación y la baja actividad física.
«Nuestros cerebros dormidos no pueden distinguir los sueños de la realidad», explicó el doctor Otaiku. «Por eso, las pesadillas a menudo nos despiertan sudando, jadeando y con el corazón acelerado, porque se ha activado nuestra respuesta de lucha o huida. Esta reacción al estrés puede ser incluso más intensa que cualquier otra que experimentemos despiertos».
Y añadió: «Las pesadillas provocan elevaciones prolongadas de cortisol, una hormona del estrés estrechamente relacionada con un envejecimiento celular más rápido. Para quienes experimentan pesadillas con frecuencia, este estrés acumulado puede afectar significativamente el proceso de envejecimiento. Además, las pesadillas alteran tanto la calidad como la duración del sueño, lo que dificulta la restauración y reparación celular esencial del cuerpo durante la noche. Los efectos combinados del estrés crónico y la interrupción del sueño probablemente contribuyen al envejecimiento acelerado de nuestras células y cuerpos».
La asociación entre las pesadillas frecuentes y el envejecimiento acelerado se mantuvo constante en todas las edades, sexos, etnias y estados de salud mental, lo que indica un efecto universal. Incluso las pesadillas mensuales se relacionaron con un envejecimiento más rápido y una mayor mortalidad en comparación con las pesadillas poco frecuentes o la ausencia de ellas, lo que subraya la importancia de reducir la frecuencia de las pesadillas en la población.
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