BBVA mantiene su oferta pública de adquisición (OPA) sobre Banco Sabadell. En una información privilegiada enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad presidida por Carlos Torres ha anunciado que, a pesar de la venta de TSB (la filial británica de Sabadell) a Santander y del macrodividendo aprobado por sus accionistas, BBVA ha decidido no desistir de la oferta y, por lo tanto, «la misma se mantiene vigente conforme a lo previsto en la normativa aplicable».
En el comunicado remitido a la CNMV, el banco vasco subraya que, como consecuencia de los acuerdos a los que llegó Sabadell en las dos juntas generales extraordinarias celebradas el pasado 6 de agosto, el artículo 33.1.d) del Real Decreto 1066/2007, de 27 de julio, sobre el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores, facultaba a BBVA a desistir de la oferta, previa conformidad de la CNMV. Algo que, finalmente, no sucederá.
Las condiciones del Gobierno y los movimientos de Sabadell
Primero, BBVA se encontró el escollo de las condiciones impuestas por el Gobierno de España, que, en el Consejo de Ministro del pasado 24 de junio, acordó exigir que, durante tres años, BBVA y Banco Sabadell mantuvieran personalidad jurídica y patrimonios separados y autonomía en la gestión. Cada entidad, estableció el Ejecutivo, “deberá preservar la autonomía en la gestión de su actividad orientada al mantenimiento de los criterios de interés general, distintos de los relativos a la defensa de la competencia”. Transcurridos esos 3 años, el Consejo de Ministros valorará la eficacia de la condición establecida, pudiendo ampliar su duración por un periodo adicional de dos años.
Posteriormente, llegaron los movimientos estratégicos de Sabadell: tanto la venta de TSB por 3.100 millones de euros a Santander, como el macrodividendo extraordinario por un importe total de 2.573 millones de euros (0,50 euros por acción).
Solo un día después de las juntas extraordinarias de la entidad catalana, y en otra comunicación enviada a la CNMV, BBVA informó de que estaba revisando las sinergias de costes operativos y de financiación, que se podrían materializar durante los primeros tres años (o eventualmente, cinco primeros años) como consecuencia de la toma de control de Banco Sabadell y aquellas que se podrían materializar una vez que la condición del Consejo de Ministros dejara de estar en vigor y se pudiera llevar a cabo la fusión.
Cuando anunció la OPA, BBVA preveía 850 millones de euros en sinergias de costes: 450 millones por tecnología y administración, 300 millones por ahorro de personal y 100 millones por financiación. En el documento enviado a la CNMV, BBVA defendía que la toma de control de Sabadell y su integración “crea valor para los accionistas de ambas entidades”, a pesar del retraso en la implementación de las sinergias, que provoca la decisión del Gobierno.
Aunque BBVA subrayaba su intención de intentar fusionar a Sabadell cuando expirara la condición impuesta por el Gobierno, también contemplaba la posibilidad de que la operació no llegara a buen puerto: «En caso de que la fusión no se completara, por cualquier motivo, podría dar lugar a la imposibilidad de materializar gran parte de los beneficios esperados de la oferta, incluidos los ahorros de costes y otras eficiencias operativas», precisaban en el comunicado.
Los próximos capítulos
Ahora que se ha confirmado que BBVA sigue adelante con la OPA, el siguiente paso será publicar el folleto de la operación, algo que se espera que suceda a principios de septiembre. Las exigencias del Gobierno formarán parte del mismo. En la junta general en la que Sabadell aprobó la venta de TSB, su consejero delegado, César González-Bueno, destacó que que es imprescindible que el folleto sea «muy claro» y refleje el valor que percibirán los accionistas.
En relación con la OPA y con el dividendo millonario, el presidente de Sabadell, Josep Oliu, advirtió de que los accionistas que participaran en la OPA no tendrían derecho al dividendo generado por la venta de su filial británica. Además, mencionó que aquellos accionistas que liquidaran sus participaciones antes del cierre definitivo de la venta de TSB, también se verían privados de este dividendo.