Este martes arrancan los trabajos de la ponencia sobre la Proposición de Ley para la regulación de los contratos de alquiler temporales y alquiler de habitaciones, registrada por Sumar, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), EH Bildu y Podemos, pero cuya redacción e iniciativa corresponde al Sindicat de Llogateres y al Sindicato de Inquilinas de Madrid.
Tras meses en las que ha permanecido «congelada», el Gobierno ha tomado el pulso y se han reactivado las negociaciones. En este contexto, Demócrata entrevista al portavoz del Sindicat de Llogateres, Enric Aragonès, que pone de manifiesto la importancia de esta medida para acabar con los «contratos basura» y que el alquiler temporal y de habitaciones se acoja a la normativa de vivienda.
Aragonès celebra el cambio de postura del PSOE, insta a Junts a no bloquear la medida y lamenta que la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, todavía no les haya recibido.
PREGUNTA – Con esta Proposición de Ley (PL) se aspira a tapar un “subterfugio” de la Ley de Vivienda, que es el uso fraudulento de los contratos temporales. ¿Cómo y por qué consideran que se extralimitan los propietarios?
RESPUESTA – Tanto el alquiler temporal como el de habitaciones son figuras poco reguladas y que, hasta ahora, con la Ley del 2023 quedaban fuera de la aplicación de los topes al precio del alquiler, y de todas las garantías que se han ido conquistando para los inquilinos: plazo de renovación o no del contrato, la prohibición del cobro de honorarios, la duración, la fianza… Una serie de condiciones que el alquiler de vivienda tiene, pero que quedaban fuera con este tipo de contrato, generando un incentivo.
Es decir, si tienes un contrato de alquiler de vivienda, tienen unos topes de precio, pero si haces uno temporal no. Lo que supone un incentivo que está llevando a la expulsión de los vecinos de sus casas para poner colivings o alquileres temporales.
P- La ponencia va a empezar ahora sus trabajos, ¿confiáis en que con esta (PL) se puede acabar con el agujero que venís denunciando?
R- Sí. El cambio que estamos proponiendo es muy quirúrgico. Es simplemente decir que el alquiler de habitaciones y el alquiler de temporada son alquiler de vivienda. Responde a la necesidad de vivienda, sea de forma temporal o sea solo una habitación de una vivienda, y como tal se le debe de aplicar las condiciones de un contrato de vivienda, incluyendo la regulación de los precios.
P- Desde que presentaron la iniciativa, ¿creen que hay alguna nueva cuestión que es necesario incorporar en su redacción?
R- Es una proposición de ley muy breve, muy quirúrgica y el principio general de la regulación es que los alquileres de temporada y de habitaciones estén sujetos a topes de precio. Si hay cuestiones de los grupos que no desvirtúan este principio, pues pueden incorporarse cambios.
En este sentido, en el segundo trámite que hicimos ya hubo algunas diferencias muy quirúrgicas, respecto a la propuesta inicial. Por ejemplo, sobre la división competencial. Pues esto, evidentemente, no va a en contra del principio de lo que estamos proponiendo, por lo tanto, se incorporó. Puede haber cambios, pero sin alterar el sentido general.
P- En la primera propuesta que Junts tumbó, el contrato de alquiler de temporada no podía exceder los seis meses, ahora ya se habla de nueve, pero el PSOE lo considera insuficiente y plantea 12. ¿Cuál es vuestra postura en ese sentido?
R- En nuestra propuesta inicial, efectivamente, pusimos seis meses y Junts insistió en que fueran nueve por motivos de estudios, pues es lo que dura un curso escolar. Y al final lo aceptamos, pero no nos parece lo relevante, porque aquí lo relevante es si se entiende que ese alquiler cumple una función de vivienda, aunque sea de forma temporal, y por lo tanto se le deben aplicar las mismas condiciones que al alquiler de vivienda. Este es el principio general.
Además, los estudiantes que se trasladaban a otras ciudades nunca firmaban contratos de temporada. Firmaban alquileres normales de vivienda que pueden terminarse antes del plazo mínimo que da la ley. Es decir, el plazo mínimo es una garantía para los inquilinos para asegurar que si desean pueden tener estabilidad de cinco o siete años, pero nada impide firmar contratos que, si ya no se necesita, puedan terminarse antes.
Por lo tanto, la excusa de que son los estudiantes no tiene ningún sentido porque nunca ha sido así. Y en los casos en los que sí puede existir una necesidad temporal de vivienda, en primer lugar, insisto, aunque sea por temas de trabajo, por temas académicos, por temas de salud, se pueden hacer contratos normales de vivienda… Pero si reconocemos que puede existir una necesidad de hacer un contrato temporal, lo que estamos diciendo es: es un contrato de vivienda y por lo tanto se debe aplicar la regulación.
Por eso digo que, aunque nuestra propuesta era ponerlo en seis para evitar mayor confusión, lo relevante no es la duración, sino que se entienda que es alquiler de vivienda y se debe aplicar la regulación de precios.
El contrato temporal es como un contrato basura
P- ¿Quiénes serán los principales beneficiados con esta reforma?
R- Todos los inquilinos. Esta desregulación tiene dos afecciones. Por un lado, cuando buscas piso ahora mismo, encuentras sobre todo precios desorbitados con contratos de 11 meses. Con lo cual se está proponiendo esta figura -el alquiler temporal- para saltarse tus derechos de tener un precio regulado y de tener un contrato con una duración mínima de 5 o 7 años.
Por otro lado, las personas que son ahora inquilinos, tienen un alto riesgo de que el propietario decida poner alquileres de temporada o de habitaciones donde antes estaba su casa. Cuentan con un incentivo para echarlos de su casa y poder poner un precio más alto. Prohibir las subidas de precios también en los alquileres de temporada y habitaciones hace desaparecer este incentivo.
El contrato temporal es como un contrato basura. Yo creo que la analogía con los contratos laborales es muy clara. Si tú tienes un contrato temporal y vas encadenando contratos temporales, el empresario puede decidir si te renueva o no cada tres meses o cuatro. Estás sometido a un chantaje constante y tienes pocos incentivos para quejarte, porque dentro de unos meses van a decidir si te renuevan o no.
Pasa lo mismo con el alquiler de vivienda. Si tú tienes contratos de 11 meses y cada 11 meses se decide si te renuevan o no y en qué condiciones, estás sometido a chantaje. No digo tener ya contratos de vivienda indefinidos, pero si tenemos ahora una Ley que dice que los contratos de vivienda deben tener una duración mínima de cinco o siete años, el resto son contratos basura.
P- Hace unas semanas se cerró el plazo de enmiendas, ¿les han hecho llegar a los grupos alguna nueva propuesta?
R – Nosotros estamos en estrecho contacto con todos los grupos, especialmente con los que fueron proponentes y estamos participando directamente en las negociaciones porque esta PL fue una propuesta del Sindicat de Llogateres y del Sindicato de Inquilinas de Madrid.
P – Y entre las enmiendas registradas por los grupos, ¿alguna ha sido iniciativa suya?, ¿qué les parecen?
R- Nuestra propuesta es la que registramos y no voy a entrar en el detalle de las negociaciones, o en si hay enmiendas que desvirtúan el sentido original. No obstante, si hay alguna que podría mejorar o clarificar algún aspecto de nuestra propuesta, pues lo podemos ver positivamente.
Nosotros queremos facilitar que esto vaya adelante. Hemos analizado las enmiendas y hemos trasladado a los grupos nuestra visión sobre ellas. Pero, insisto, no voy a entrar en detalle ahora mismo, porque hasta que no esté todo cerrado, creo que es lo más prudente.
P- ¿Qué les parece que el Gobierno aproveche esta tramitación para abrir el melón de la fiscalidad en Vivienda?
R- Nuestra propuesta es sobre alquileres de temporada y de habitaciones. Y nuestra visión sobre las medidas fiscales se ha expresado en múltiples ocasiones. No obstante, se tiene que analizar si esto supone un avance, aunque no sea lo que nosotros desearíamos, evidentemente.
Insisto, que nuestra propuesta que está en tramitación es sobre alquiler de temporada y habitaciones, y cuanto más sencilla sea la ley, más fácil será su negociación.
P- ¿Creen que la PL va a resolver el problema estructural del abuso de contratos temporales o es solo un primer paso?
R- Esta proposición es necesaria para terminar con la trampa que suponen ahora mismo los alquileres de temporales y habitaciones, pero no es una ley que vaya a solucionar la situación de la vivienda y de los inquilinos.
Las medidas que hemos puesto sobre la mesa tienen que combinarse. Se necesita una fuerte regulación del mercado privado, una regulación de precios, evitar que se desvíen viviendas a otros usos, limitar las compras y ampliar muchísimo el parque de vivienda pública.
Y sobre todo, la gestión de las expectativas de regulación. Hacerlo tarde y mal, genera consecuencias muy negativas. Cuando de forma más destacada han subido los precios del alquiler en Cataluña, fue en el periodo que hubo entre que el Constitucional tumbó la regulación catalana y entró en vigor la regulación estatal. ¿Por qué? Porque se sabía que se iba a regular, pero no se había regulado aún. Con lo cual todo el mundo se apresuró a subir precios antes de que estuviera prohibido.
P- ¿Les preocupa que la ruptura de Junts con el Gobierno pueda suponer un problema para que esta iniciativa salga adelante?
R- Bueno, lo supondrá si Junts decide que para él es más prioritario hacerle la puñeta a Pedro Sánchez que mejorar las condiciones de vida de los catalanes.
Es decir, ellos dijeron que no se opondría a las medidas que beneficiaron a Cataluña. Y Cataluña es la comunidad autónoma que ha regulado el precio del alquiler, y donde se han disparado los anuncios y los contratos de alquiler de temporada. Por lo tanto, esta proposición tiene que ver con Cataluña.
Esta no es una propuesta de Pedro Sánchez y no renunciamos a que salga adelante. Queremos hablar con Junts porque ellos mismos han expresado muchas veces la necesidad de regular el alquiler de temporada de habitaciones.
Desde el primer día se ha sabido que con la Ley estatal por el derecho a la vivienda hacía falta regular los alquileres de temporada y habitaciones
P- No renuncian a ella, pero qué sensación les transmiten los grupos ¿va a ser posible que salga adelante?
R- Nosotros creemos que sí, si no, no estaríamos librando de esta batalla. No solo se puede conseguir, sino que se debe conseguir.
Desde el primer día se ha sabido que con la Ley estatal por el derecho a la vivienda hacía falta regular los alquileres de temporada y habitaciones. De hecho, la misma ley ya preveía crear un grupo de trabajo, que nosotros criticamos porque decíamos que no hacía falta crear tantos grupos de trabajo y tantos estudios. Ya sabíamos lo que se tenía que hacer, pero el PSOE no quiso en su momento.
Ahora hemos conseguido hacerles cambiar de posición y han sido ellos los que han tirado adelante esta regulación. Con lo cual, creo que puede pasar lo mismo con Junts, porque la necesidad es tan evidente que no puede haber grupos que nieguen lo que es obvio.
P- ¿Qué han hecho para que el PSOE cambie de postura o qué ha sucedido?
R- Bueno, yo creo que hay muchos factores directos e indirectos que te lo explican. Es evidente que depende de unos determinados socios en el Congreso y es tan de sentido común que todos ellos lo están poniendo encima de la mesa. También es obvio que ha habido unas movilizaciones sociales enormes.
El PSOE se ha tenido que mover de su inmovilismo no solo ante la movilización social, sino ante la creciente organización y resistencia de los inquilinos.
P- Más allá de los grupos, ¿están en contacto con el Ministerio de Vivienda?
R- Estamos en contacto para expresar nuestra posición sobre las distintas enmiendas y poder negociar.
P- Y han hablado con el Ministerio de otras iniciativas, como por ejemplo el Plan Estatal de Vivienda 2026-2030
R- No, desde el Gobierno, sobre este Plan de Vivienda, no ha habido contacto. De hecho, es público que no nos hemos reunido nunca con la ministra actual, sí con la anterior en varias ocasiones, pero no con la actual que no nos ha querido recibir nunca.












